lunes, 31 de enero de 2011

Como trasladar los eventos o citas de varios calendarios de iCal a uno solo.

"Unificar calendarios".

Si has creado manualmente varios calendarios en iCal, o bien has sincronizado tu Mac con diferentes dispositivos o servicios (Mobile Me, Gmail, Blackberry…) puedes encontrarte en la situación de tener docenas o centenares de eventos futuros y pasados repartidos entre diferentes calendarios. Esto puede ser engorroso por ejemplo, cuando se quiere sincronizar con un único dispositivo o servicio, y tal vez te plantees cómo mover los eventos a un único calendario o "unificar" los calendarios sin tener que hacerlo uno a uno.


El procedimiento es sencillo si para ello utilizamos las funciones de importar y exportar del mismo iCal, ya que éste permite exportar el conjunto de eventos de un determinado calendario en un único archivo .ics, y  que pueden ser posteriormente  importados a un calendario diferente. El primer paso a seguir será por tanto, ir al menú Archivo, Exportar, y al sub-menú Exportar:


Suponiendo que queremos mover todos los eventos al calendario Personal, iremos exportando uno a uno el resto de calendarios como archivos ICS al Escritorio o cualquier ubicación del Finder. Veremos que, por cada uno de los calendarios exportados se genera un archivo ICS con el nombre correspondiente:


Una vez exportados los calendarios deberemos borrarlos. Para ello, haremos clic sobre el calendario a borrar e iremos de nuevo al menú Archivo, donde elegiremos Eliminar. Repetiremos esto con cada uno de los calendarios antes exportados:


Ahora se trata de mover al único calendario que nos queda los eventos que antes estaban en los calendarios borrados. Nuevamente iremos al menú Archivo, aunque esta vez para elegir Importar…, y en el sub-menú, de nuevo Importar… y seleccionaremos alguno de los archivos ICS que hemos creado antes. Veremos aparecer el cuadro de diálogo Añadir eventos, en el que se nos pide que definamos en qué calendario queremos añadir los eventos. Como es lógico seleccionaremos el único calendario que habíamos dejado en iCal. Retiremos la operación, uno a uno, con los otros archivos ICS que queden.



El resultado es el esperado: todos los eventos que antes teníamos repartidos en diferentes calendarios aparecen ahora reunidos en uno solo, y ocupando la posición correcta en cuanto a fecha y hora.


Mover eventos de un calendario a otro mediante un script.

Todo esto también se puede hacer mediante scripts como el que encontramos aquí y que hace lo siguiente: selecciona todos los eventos que encuentra del calendario "from-ibook", nos pregunta a qué calendario los queremos asignar (home o work) y los copia en el calendario elegido para luego borrarlos de "from-ibook".
Es de suponer que nuestros calendarios tengan nombres diferentes, por lo que habría que editar el script cambiando estos nombres.


tell application "iCal"
 2   set ibook to every event in calendar "from-ibook"
 3   repeat with i in ibook
 4     set summ to summary of i
 5     set sdate to start date of i
 6     set edate to end date of i
 7     set aday to allday event of i
 8     if location of i is missing value then
 9       set loc to ""
10     else
11       set loc to location of i
12     end if
13     if description of i is missing value then
14       set desc to ""
15     else
16       set desc to description of i
17     end if
18     set sday to short date string of sdate
19     display dialog ("Move " & quote & summ & quote & " on " & sday & " to:") buttons ["Home", "Work", "Neither"] default button 1
20     if button returned of result = "Home" then
21       make new event at end of events of calendar "home" with properties {start date:sdate, end date:edate, allday event:aday, summary:summ, description:desc, location:loc}
22       delete i
23     else if button returned of result = "Work" then
24       make new event at end of events of calendar "work" with properties {start date:sdate, end date:edate, allday event:aday, summary:summ, description:desc, location:loc}
25       delete i
26     end if
27   end repeat
28   reload calendars
29  end tell

sábado, 22 de enero de 2011

Cómo proteger tus archivos con contraseña mediante Utilidad de Discos.

¿Quieres proteger mediante contraseña determinados archivos o carpetas de tu Mac haciéndolos inaccesibles a miradas indiscretas? Si bien existen utilidades de terceras partes que permiten hacer esto, el mismo sistema operativo Mac OS X incluye la Utilidad de Discos que, entre otras cosas puede crear imágenes de disco encriptadas.

Todos lo usuarios de Mac estamos habituados a utilizar imágenes de disco, ya que es la forma habitual en que la misma Apple distribuye el software. Aplicaciones, utilidades, paquetes de instalación, etc. suelen llegar a nosotros en esta especie de carpetas que al abrirse se comportan como un disco duro externo, pendrive o DVD que hubiésemos conectado al ordenador, montándose en el Escritorio como tales.

En realidad se trata de un tipo especial de archivo que contiene toda una estructura de directorio, incluida la manera en que debe ser visto su contenido en el Finder. Todos hemos hecho doble clic sobre un archivo ".dmg" y hemos visto aparecer su contenido en una ventana, con iconos, gráficos e incluso un fondo atractivo; es decir, el típico "Para instalar, arrastre el icono a la carpeta Aplicaciones".


CREANDO IMÁGENES DE DISCO.

Pero pocos usuarios de Mac recurren a Utilidad de Discos para crear "imágenes de disco" ellos mismos, aunque si sea el procedimiento más utilizado para copiar o "hacer copia de seguridad" de CDs ó DVDs instaladores de aplicaciones y utilidades. Pero volviendo al principio, si queremos guardar ciertos archivos de forma que sólo se pueda acceder a ellos escribiendo una contraseña, Utilidad de Discos nos permite hacerlo fácilmente y con dos variantes: crear una imagen de disco a partir de una carpeta convencional ya existente (y que contiene esos documentos que queremos ocultar), o crear una "imagen de disco vacía", que permite arrastrar a ella los documentos del mismo modo que lo haríamos a un pendrive.

Tanto en un caso como en otro, se nos permite definir una contraseña para "encriptar" el archivo .dmg, de tal modo que este sólo se abrirá y montará si se introduce de nuevo la contraseña.



Es importante que recordemos desactivar la casilla de verificación Guardar contraseña en mi llavero cuando ésta aparezca, ya que Mac OS X, "en su obsesión por facilitarnos las cosas", la muestra activada por defecto para que el sistema operativo la recuerde y nos evite la molestia de teclearla cada vez que abrimos la imagen.

IMAGEN DE DISCO A PARTIR DE CARPETA.


Tras abrir Utilidad de Discos (en Aplicaciones / Utilidades), iremos en el menú superior a Archivo / Nueva /Imagen de disco a partir de carpeta… Se nos solicitará que seleccionemos la carpeta en cuestión, tras lo cual aparecerá un "cuadro de diálogo" en el que debemos introducir el nombre que queremos dar a la nueva imagen de disco,  seleccionar la ubicación donde esta va a ser creada, el formato de la imagen y el tipo de encriptación. Más tarde veremos con mayor detalle las diferentes opciones que se nos ofrecen, pero en nuestro caso podemos seleccionar lectura/escritura como formato de imagen, y encriptación de 128 bits. Tras hacer clic en "Guardar", veremos aparecer la ventana "Progreso de Utilidad de Discos" e inmediatamente el cuadro de diálogo en el que debemos escribir dos veces la contraseña que protege el contenido. Recordad nuevamente desactivar la casilla "Guardar  contraseña en mi llavero". Y ya está: en la ubicación que hemos definido (por defecto el Escritorio) aparecerá el nuevo archivo .dmg y veremos "montado" en el escritorio el correspondiente icono por defecto de disco o unidad extraíble, dentro del cual veremos una copia de nuestros documentos.

Ojo, es una copia; la carpeta original  y su contenido siguen tal como estaban, es decir desprotegidos, con lo cual debemos decidir si es conveniente borrarlos o no.  Si expulsamos "el disco" e intentamos montarlo de nuevo haciendo doble clic en el archivo .dmg se nos solicitará la contraseña. Además de ser una forma de guardar documentos en nuestro propio ordenador es también un medio para enviar éstos de forma segura a otros usuarios de Mac  o un buen sistema para proteger archivos que llevemos con nosotros en un pendrive. En caso de pérdida de éste será prácticamente imposible que otros puedan acceder a nuestro documentos.

¿Cómo configuramos una imagen de disco a partir de una carpeta?

Guardar como:
nombre del archivo 

Ubicación:
Seleccionaremos el lugar don ese guardará la imagen de disco

Formato de la imagen:
Si queremos seguir añadiendo archivos a la imagen posteriormente deberemos seleccionar "lectura/escritura", ya que "solo lectura" nos impedirá hacer modificaciones, al igual que "comprimido", aunque el tamaño resultante será menor.

Encriptación:
la encriptación de 128 bits es la recomendada por defecto, y supone un nivel de seguridad suficiente. Pero es importante saber que la encriptación y desencriptación suponen tiempo y un esfuerzo al procesador. Si sólo guardamos documentos de texto u hojas de cálculo no se resentirá el rendimiento, pero si copiamos un archivo de video y pretendemos reproducirlo directamente desde la imagen de disco, esto supone una desencriptación "sobre la marcha" que puede causar parones o saltos en la reproducción.


CREAR IMAGEN DE DISCO VACIA.



El procedimiento es similar: en éste caso iremos en el menú superior a Archivo / Nueva /Imagen de disco vacía… En este caso el "cuadro de diálogo" tiene más opciones de configuración.También en este caso veremos más tarde las diferentes opciones que se nos ofrecen, pero una configuración típica podría ser:


Tamaño: 500 MB (aunque lo que vayamos a guardar ocupe menos espacio y luego veremos porqué);
Formato: Mac OS Plus (con registro);
Encriptación: 128 bits;
Particiones: disco rígido;
Formato de la imagen: imagen de disco dinámica.

Esta última opción (imagen de disco dinámica) es interesante porque supone crear una imagen de disco "expandible". El tamaño máximo que puede llegar a contener será de los 500 MB indicados, pero en principio ocupará unos pocos MB, e irá creciendo a medida que copiemos más archivos en la imagen de disco.

Tras "Guardar", en el cuadro de diálogo en el que debemos escribir la contraseña, no olvidéis desactivar la casilla "Guardar  contraseña en mi llavero". Finalmente, en la ubicación que se había definido veremos un nuevo archivo "sparseimage" y el icono de "unidad extraíble". En este caso el archivo no lleva la extensión .dmg sino sparseimage correspondiente a ese tipo de "imagen de disco dinámica"


¿Cómo configuramos una imagen de disco vacía?

Guardar como:
Nombre del archivo 

Nombre:
Nombre con el que aparecerá montada la imagen de disco

Tamaño:
Veremos diferentes tamaños preconfigurados; si seleccionamos alguno de éstos el tipo de formato y particiones se ajustarán automáticamente. Para nuestros propósitos es recomendable seleccionar luego el formato Mac OS Plus (con registro).

Encriptación:
Ya hemos dicho más arriba que la encriptación de 128 bits supone una de seguridad suficiente, que la encriptación y desencriptación suponen esfuerzo al procesador y que esto es muy evidente si copiamos un archivos de video y pretendemos reproducirlos desde la imagen de disco.

Particiones:
Es recomendable seleccionar "partición única: mapa de particiones Apple".

Formato de la imagen:
Si seleccionamos "imagen de disco de lectura/escritura" el tamaño del archivo, aunque no copiemos nada en la imagen será del tamaño indicado antes, lo cual puede suponer un desperdicio de espacio en nuestro disco duro si creamos imágenes grandes..
Si seleccionamos "imagen de disco dinámica" obtendremos el tipo de disco "expandible" del que hablábamos antes.

Veremos que existe algo llamado "imagen de disco de paquete dinámico". Este es un tipo de imagen interesante si creamos imágenes de disco muy grandes y hacemos copia de ellas mediante Time Machine. El archivo creado es un "paquete" que lleva la extensión .sparsebundle (no .sparseimage) y consta interiormente de varios archivos llamados "bands". Si copiamos mucha información y el "paquete" debe crecer, se van añadiendo "bands". El asunto es que Time Machine, al hacer sus copias de seguridad copia los archivos .sparseimage enteros cada vez que estos son modificados. Sin embargo, cuando copia un archivo .sparsebundle sólo copia de nuevo los "bands" nuevos o que han sufrido cambios. Esto supone un importante ahorro de tiempo de copiado y de espacio en el disco que usa Time Machine.


UNA VEZ CREADAS LAS IMAGENES DE DISCO

Con Utilidad de Discos podemos cambiar la contraseña de una imagen ya creada. También es teóricamente posible convertir y cambiar el tamaño, pero no lo recomiendo, ya que aunque yo no he llegado a ver problemas éstos si están reportados al hacer esta operación. Si necesitamos más espacio, es preferible crear una imagen mayor y copiar el contenido a ésta.

IMPORTANTE.

La copia a (o desde) una imagen de disco encriptada es sensiblemente más lenta que a una imagen sin encriptar.

Las imágenes de disco se pueden dañar o corromper. Si esto ocurre se pierde todo su contenido. Recordad hacer copias de seguridad con cierta frecuencia y sin sobreescribir constantemente la copia (guardar más de una copia) o bien utilizar para ello Time Machine.

Los tipos de imágenes de disco de los que hemos hablado no se pueden utilizar en ordenadores con Windows. Para ello habría que instalar en el PC correspondiente una utilidad como el comercial (y de "pago") TransMac o el gratuito y hecho en Java DMGextractor.

Otra opción sería crear imágenes de disco ISO , pero sin encriptar. Para ello habría que seleccionar  en formato "DVD/CD maestro". Pero ojo, Mac OS X tiene la manía de añadir en este caso la extensión .cdr, y deberemos renombrar el archivo con la extensión .iso antes de enviarla al PC.

domingo, 16 de enero de 2011

He comprado un disco duro compatible con Mac ...y no me deja guardar nada en él.


Esta es una de las cuestiones más recurrentes entre los que han entrado recientemente al mundo Mac y que se repiten constantemente en los foros de ayuda. En realidad no existen discos para Mac y discos para PC, tema que ya fue motivo de esta entrada en mi blog.

Siempre que se utilicen conexiones compatibles, todos los discos sirven tanto para ordenadores con Mac OS X como para Windows. Evidentemente existen discos sólo con conexiones y cables de tipo Firewire o SATA y que no se pueden utilizar en los Macs o PCs que no disponen a su vez de estas conexiones, pero esto es inherente al hardware o características físicas del disco duro y la caja en la que está montado. Sin embargo sería excepcional que un ordenador moderno no dispusiera de al menos una conexión USB, que es el tipo de "puerto" que suelen requerir la mayoría de los discos duros externos.

FORMATOS

Pero los discos duros además, deben estar "formateados", es decir deben estar preparados para permitir la grabación y lectura de datos, y es aquí donde si encontraremos diferencias. Existen diferentes tipos de "formato", cada uno optimizado para ser utilizado por los diferentes sistemas operativos.

A las madres, suegras y cuñados les suelo explicar que podemos imaginar un disco duro como un cuaderno o libreta. Las páginas pueden tener impreso un pentagrama, estar pautadas para caligrafía, cuadriculadas, etc… es decir, diferentes "formatos" según el uso que se le quiera dar. O bien estar en blanco y "no tener formato".

Los más habituales en los ordenadores personales son el formato NTFS, que utilizan todos los ordenadores con Windows XP, Windows Vista ó Windows 7; el formato FAT32, que utilizaban los "viejos PC" y que se sigue utilizando en "pendrives" y tarjetas de memoria; y el formato HFS+ utilizado solo por Apple. Por supuesto existen más formatos, como los "ext2" y "ext3" usados por ordenadores UNIX y Linux y que sólo pueden leer y escribir éstos, o los formatos ISO 9660 y UDF, utilizados habitualmente para grabar CDs y DVDs, y que son legibles prácticamente por cualquier ordenador.

El asunto es que, en el formato NTFS pueden leer y escribir datos los ordenadores con Windows, pero los Mac (en principio) sólo pueden leerlos. Por otro lado, en el formato HFS+ sólo se puede escribir y leer desde un ordenador Mac (aunque si lo leen los PC con Linux). FAT32, permite leer y escribir tanto a Macs como a PCs con Windows o Linux.

¿Porqué no se usa entonces este último tipo de formato de forma habitual? Porque aunque FAT32 permite la lectura y escritura a unos y a otros tiene limitaciones, por ejemplo no permite utilizar el sistema de permisos de Windows, o escribir archivos de un tamaño superior a 4 GB (como archivos de video), la velocidad de escritura es inferior y la llamada "fragmentación de archivos" es mayor. Además, tanto los sistemas operativos Windows, como los basados en Linux y Mac OS X necesitan forzosamente ser instalados en sus respectivos formatos.

Cuando en la tienda te dicen que un disco duro externo es "compatible con Mac y con PC" suelen querer decir que:
a) Que utilices el formato NTFS que suele venir por defecto, por lo que los Mac podrán leer el contenido pero sólo Windows podrá copiar datos en el.
b) Que lo formatees en FAT32 para poder leer y copiar en PC y Mac a pesar de sus limitaciones. Si, tanto desde un ordenador con Windows como con un Mac puedes dar al disco otro formato, pero ojo; se borrará todo su contenido.
c) Que lo formatees desde tu Mac en HFS+ (con lo que se borra todo su contenido) para poder utilizarlo solo en Mac.


¿Y SI NO QUEREMOS FORMATEAR?

Afortunadamente la incompatibilidad de uso en unos sistemas y otros no es un problema insalvable, sino una cuestión de patentes y licencias de uso. Instalando en los ordenadores un software de terceras partes se puede resolver el problema.

Si instalamos en un PC con Windows la utilidad comercial MacDrive, éste podrá leer y grabar datos en un disco forrmateado en el HFS+ propio de Apple.
En el Mac podemos instalar un software del estilo del comercial NTFS for Mac, o el gratuito NTFS 3g en combinación con el también gratuito MacFuse (es necesario instalar los dos paquetes) y podrá leer o escribir en los discos formateados en NTFS.

Si tu disco duro externo está formateado en NTFS y ya contiene datos que no quieres perder, en este caso la solución podría ser esta última. De todos modos, es importante tener en cuenta que el disco debiera tener el formato óptimo para el sistema operativo que lo utiliza más habitualmente. De lo contrario se resentirá la velocidad de escritura y lectura y la posibilidad de que aparezcan errores es mucho mayor.

PARTICIONES

Aún existiría otra opción ya comentada en otra entrada de este blog: añadir una partición al disco. Particionar el disco o "hacer particiones" supone dividir o compartimentar el disco en dos o más partes. Cuando conectamos el disco duro al ordenador éste mostrará las particiones como si se tratara de discos duros independientes. Físicamente existirá un único disco duro en el que se habrá creado una "tabla de particiones" que describirá el número y tamaño de cada una de ellas. Por ejemplo, un disco de 500GB se puede dividir en tres particiones de 80, 120 y 300 GB.
Lo interesante del asunto es que a cada partición se le puede dar un formato diferente. En el ejemplo anterior se podría crear una partición en HFS+, otra en FAT32, y una tercera en NTFS. Si conectáramos el disco duro a un Mac éste vería "tres discos duros", aunque en el formateado en NTFS sólo podría leer el contenido. Un ordenador con Windows sólo vería "dos discos duros", a menos claro está, que hubiésemos instalado MacDrive.

TABLAS DE PARTICIONES

Los usuarios "más avanzados" deben recordar que, al igual que existen diferentes tipos de particiones, existen distintos tipos de "tabla de particiones". Si queremos crear una tabla de particiones desde un Mac veremos que se nos ofrecen tres posibilidades: tabla de particiones GUID, Mapa de particiones Apple y Registro maestro de arranque (MBR). Viendo la descripción observamos que si por ejemplo, queremos que una de las particiones contenga un sistema operativo Mac OS X desde el que poder iniciar un Mac con procesador Intel, deberemos elegir "Tabla de particiones GUID".



El nuevo formato exFAT.


Los usuarios de Windows 7 habrán visto que éste ofrece la posibilidad de formatear en el llamado exFAT. Este nuevo formato tiene interesantes ventajas sobre FAT32: permite a los sistemas operativos Windows formatear unidades de más de 32 GB, se pueden crear archivos de más de 4 GB, la fragmentación de archivos es mucho menor, permite el uso de permisos ACL, etc… es decir, tiene muchas de las ventajas de NTFS.


Sin embargo, este formato no se utiliza para discos duros sino para memoria tipo Flash y de forma aún poco extendida, entre otros motivos porque es necesaria la licencia previa de Microsoft. Los usuarios de Mac deben tener en cuenta que sólo Mac OS X 10.6.5 o superior soportan exFAT.

sábado, 8 de enero de 2011

Qué debemos hacer para acceder a nuestro ordenador desde internet.


¿Quieres convertir uno de tus Mac o PC en servidor web o FTP? ¿Controlar una cámara IP? Existen servicios y utilidades como NTR Connect, LogMeIn, Teamviewer, etc… con las que podemos controlar un ordenador remoto y que prácticamente no necesitan configuración, pero hay cosas (como los ejemplos anteriores) que sólo podemos hacer permitiendo un acceso directo desde internet a un ordenador dentro de la red local de un domicilio u oficina.

Desde páginas como adsl4ever.com podemos ver nuestra IP pública.

Conocer la dirección del router.
Si queremos que se pueda acceder desde internet a un ordenador dentro de nuestra red local, que por ejemplo hace de servidor web, los ordenadores remotos deberán conocer primero la dirección "externa" del router a través del cual nos conectamos a internet. Como ya sabéis, el router se identifica de cara al exterior ("hacia internet") con una dirección IP "pública", y con una dirección "privada" de cara al interior, o sea hacia la LAN o red interna. Esta dirección es normalmente la que conocemos como "puerta de enlace" (o "gateway" en inglés) siempre que sea ese mismo router el que utilizan los equipos para conectarse a internet.

No es lo más habitual que la dirección IP pública de nuestro router sea siempre la misma, es decir que sea "fija". La mayoría de proveedores de internet nos ofrecen una IP "dinámica", lo cual quiere decir que cada vez que apaguemos y encendamos el router a éste se le asignará una IP diferente. Esto no tiene especial relevancia si nos limitamos al uso convencional, en el que son los ordenadores de nuestra red los que buscan direcciones "en el exterior". Si fuéramos nosotros los que llamamos siempre por teléfono daría igual que en nuestra línea cambiara el número cada vez que descolgáramos, pero si queremos que nos llamen si que es conveniente disponer siempre del mismo número de teléfono.

Por ello, si queremos ser accesibles "desde internet" nos interesa disponer de una "IP fija". Si bien esto hace tiempo era ofrecido de forma gratuita por algunos proveedores, ahora suele ser "un lujo" que hay que pagar como servicio extra. 

Así, o bien los usuarios teclearán nuestra dirección IP fija del estilo de: http://88.59.45.90, o si disponemos de un nombre de dominio escribirán éste y los servidores DNS redirigirán la petición a esa IP, del mismo modo que la guía telefónica asocia nuestro nombre con un número de teléfono.

DynDNS nos permite elegir un "nombre de dominio" que enlace con nuestra IP pública.

¿Necesitamos una IP fija?
¿Pero es imprescindible la IP fija? Si no disponemos de una IP fija no es nada práctico tener que ir comprobando la IP que tenemos asignada en cada momento e ir comunicándola a los interesados. Pero existe un servicio más que interesante llamado DynDNS. Para utilizarlo deberemos darnos de alta en el el servicio y descargar e instalar en el ordenador una utilidad. Esto es completamente gratuito si utilizamos el servicio básico. Al darnos de alta, añadimos al nombre de nuestra cuenta un dominio de DynDNS que podemos elegir.

Nosotros facilitaremos a los interesados ese "nombre de dominio" , y la utilidad instalada en el ordenador comunicará automáticamente a los servidores de DynDNS la IP que tenemos asignada en cada momento, de modo que será a esta IP a la que serán redirigidos los usuarios que tecleen nuestro "nombre de dominio de DynDNS". Sencillo, gratuito y eficaz.

Recordemos ahora que el tráfico de red se canaliza u organiza a través de "puertos". Existe una convención por la cual los diferentes servicios deben utilizar por defecto (pero no obligatoriamente) un número de puerto concreto. Por ejemplo, el protocolo HTML utilizado para la navegación web utiliza por defecto el puerto 80, los servidores FTP el 21, para enviar correo el 25 ó 587, etc… Así mismo, muchas aplicaciones, utilidades o juegos utilizan diferentes puertos, cosa que ya saben aquellos que utilizan juegos online, o utilidades P2P para intercambio de archivos.

Cuando los usuarios que quieren acceder a nuestro "servidor web" escriben la dirección de nuestro router (por ejemplo: http://www.midirección.com ó http://88.59.45.90) el router, al ver que el protocolo es http://... sobrentenderá que se trata de una petición al puerto 80 y la canalizará a través de éste.

Mapear puertos o "hacer NAT".
Ahora nos encontramos con otro problema: el router deja entrar la petición por el puerto 80, ¿pero "una vez dentro" a cuál de los ordenadores de nuestra red interna debe dirigirla? ¿Cómo sabe el router qué ordenador debe recibir el trafico? Mediante el llamado "mapeo" ("mapping") de puertos o la creación de una "tabla" en la que se asocian puertos o rangos de éstos con direcciones IP de la red interna. De este modo, si nuestro ordenador que hace de servidor web, tiene asignada por ejemplo la IP: 192.168.1.50, habrá que decirle a router que "todo aquello que entre" por el puerto 80 debe dirigirlo a la IP: 192.168.1.50.

Thomson llama al mapeo de puertos "Game & Application Sharing".

Vemos que no se trata sólo de "abrir puertos" o hacer que el firewall del router permita o no el uso de éstos, sino de canalizar el tráfico entrante hacia el ordenador adecuado. Aunque la idea sea la misma, en los diferentes modelos de router todo esto se hace de diferentes formas y a veces llamándolo también de forma diferente: en algunos routers esto es llamado NAT (de network address translation), "mapping avanzado", y en otros, "servidores virtuales". En algunos casos, se utiliza también, en lugar de la IP, la dirección MAC (nada que ver con Apple) que viene a ser un número que identifica la tarjeta de red de cada ordenador.

Zyxel muestra una tabla de puertos e IPs locales más convencional.

¿Cómo se configuran los routers?
La mayoría de routers permiten cambiar la configuración, crear tablas, etc. accediendo a ellos mediante un navegador como si de una página web se tratara. En Explorer, Firefox, Safari… teclearemos http://192.168.1.1 o la IP de que se trate y que coincidirá con la llamada "puerta de enlace". Aparecerá una ventana en la que deberemos identificarnos con un nombre de administrador y una contraseña. Estos dependerán del modelo de router y del proveedor que nos lo ha facilitado, pero suelen ser del estilo de "admin/1234", "1234/1234", sólo "admin", etc…

Comtrend llama a esta configuración de NAT "virtual servers".

Si el manual facilitado por el fabricante del router no es lo bastante claro, podemos encontrar manuales y ayuda para la configuración de diferentes modelos en páginas como adslayuda.com
Aunque a algunos les parezca muy complicado, en muchos modelos es sencillo siempre y cuando entendamos "el concepto" de lo que pretendemos hacer.