lunes, 16 de enero de 2017

Cómo hacer correctamente una presentación horrorosa.

En Presentation Zen podéis ver una antigua entrada que muestra la diferencia entre las "keynote" realizadas por Steve Jobs y los "powerpoint" de Bill Gates.
Son diferentes conceptos, estéticas e incluso filosofías. Os sorprenderá hasta qué punto son elocuentes las fotos de los eventos protagonizados por uno y otro.
Sacad vuestras propias conclusiones. Por mi parte, os sugiero unas reglas para conseguir realizar unas presentaciones realmente horripilantes...

Las diapositivas.
Usa siempre todas las plantillas que vienen por defecto con el software de presentaciones.
Mejor aún, descarga de internet todas las que veas. Esa gente si que sabe.
No pierdas el tiempo comenzando desde cero; ¿para qué aprender a utilizar bien la herramienta que usas?
Haz el fondo de la diapositiva de diferentes colores, a ser posible bien chillones.
Utiliza imágenes o marcas de agua como fondo de la diapositiva y superpón el texto. Si no se ve bien, usa colores, ponlo todo en negrita y sombréalo.
Añade grecas, marcos o líneas. Usa todos los elementos decorativos que puedas.
Una diapositiva, desde el punto de vista de la distribución de los textos, gráficos e imágenes no tiene porqué ser ridículamente sencilla y elegante.
Cuantas más diapositivas añadas, mejor. Y pon mucha información en cada una de ellas.
Al fin y al cabo vas a necesitar mucho texto para ir leyéndolo minuciosamente en voz alta.
Aplica el “horror vacui” y no desaproveches ningún hueco libre.


Así, no. ¡Qué fondo tan aburrido! ¡Cuánto espacio desaprovechado! ¿Sólo una foto? ¿Estás de broma?


Así, si. Un fondo bien bonito y una tipografía variada y atractiva. Bueno, podríamos haber añadido más fotos...

El texto.
Como decíamos antes, utiliza varios colores para el texto. ¡Ah! Y muchos tamaños diferentes.
¿El texto necesita un efecto de sombra para ser legible? No lo dudes. Y si se puede aplicar el efecto de contorno, genial.
Escribe todo en mayúsculas y así quedará todo bien resaltado.
Usa muchas tipografías diferentes ; cuanta mayor variedad, mejor. Sobre todo, del tipo Comic Sans. Son muy simpáticas e informales.
Siempre que puedas, añade guiones y todo tipo de bolos, topos, viñetas o como quieran llamarlos.
No te preocupe cómo quedan las frases si necesitan más de una línea, la cuestión es que quepan las palabras.
Y si no caben, divide las palabras con guión al final de las líneas.
No pasa nada si quedan palabras “huérfanas”, aquellas que quedan solas en la línea o renglón final de un párrafo.
No hace falta que repases la ortografía; no se trata de un concurso literario.



¿Todo el texto del mismo color y con la misma tipografía? ¿Sin viñetas ni bolos? Maaaal...



Esto es otra cosa: varias tipografías y colores, viñeteado con imágenes de perlitas, fondo atractivo, fotitos con marcos y sombras. Mola.

Las imágenes.
Utiliza cualquier imagen de internet y no te preocupes por los derechos. Todo el mundo lo hace.
No necesitas imágenes con mucha calidad. Son sólo para una presentación, no para un catálogo.
Usa muchos clip-arts y dibujos tipo cómic, son divertidos.
Enmarca siempre las fotos con líneas o sombras. No, espera, mejor con las dos cosas.

Las transiciones.
Usa muchas transiciones diferentes, eso entretiene al público.
No utilices transiciones estilo disolución suave y rápida. Cuantos más efectos de giro, persiana, o puertas, mejor. No olvides los efectos pirotécnicos y de llamarada.
A la gente le encantan los efectos visuales de texto: “maquina de escribir”, centelleos, caídas, rebotes, etc.
Y si los efectos incluyen sonidos y ruiditos, todo será más divertido.