domingo, 7 de diciembre de 2008

Solo buenas intenciones.



He estado releyendo un documento PDF del Ministerio de Educación y Ciencia de introducción a Linux y con instrucciones para la instalación de UBUNTU. La introducción es un poco cursi:

"Si siente placer aprendiendo cosas nuevas, si es curioso y la colaboración o el altruismo forman parte de sus prioridades, si considera que el progreso humano se basa en compartir el conocimiento, si simplemente ama la libertad, entoces este curso está hecho para usted".

Pero el retrato de la situación en la enseñanza es acertado. A mi personalmente me saca de mis casillas que se de por hecho que todo el mundo ha comprado y tiene en casa un carísimo paquete de Office o un Photoshop, o se considere por el contrario, que es normal que lo tengamos pirata; muy educativo, vamos. La cuestión es que nuestros hijos deberán hacer un trabajo para el cole en Powerpoint o en Photoshop sin que ni siquiera se les haya planteado la posibilidad de utilizar OpenOffice o Gimp.

"Hace ya tiempo que, en mayor o menor medida, los ordenadores han entrado en las escuelas, en los institutos y en las universidades. Se usan allí no sólo como objetivo de estudio en sí mismo, sino sobre todo como herramienta para enseñar otras disciplinas.
La mayoría de esos ordenadores utilizan software propietario y en particular ejecutan alguna versión de Microsoft Windows y MS Office. Sin embargo, la elección de estos programas rara vez es meditada, no responde a una decisión tomada después de haber comparado las distintas opciones.
El alumno o el profesor se encuentra con un determinado software que ha sido instalado sin otra razón de peso que su predominancia en el mercado. Sin pararse a pensar si ésta es la mejor opción se llega a confundir saber informática con saber utilizar con todo lujo de detalles una cierta marca de programa ofimático, o la navegación por el web con saber utilizar un determinado navegador. Basta con mirar los planes de formación para percatarse que los cursos de introducción a la informática que se imparten en la administración pública o en academias son en realidad de introducción a unos determinados programas propietarios".

En el apartado "Razones por las que deberíamos usar software libre en la escuela" encontramos frases como las siguientes:

"El software libre es en sí mismo educativo por los valores que le acompañan".
"Cuando un profesor enseña a sus alumnos con una aplicación propietaria se coloca en una auténtica encrucijada, porque esto obliga al alumno a comprar el software o a copiarlo ilegalmente. Ahora bien, si el profesor no le deja copiar el programa está negando su ayuda y si lo deja copiar está enseñando al alumno que se puede violar la ley cuando ésta no nos gusta o va contra nuestro propio interés."

El que redactó el texto tenía las cosas claras, sin embargo es descorazonador ver cómo pasan los años y las cosas siguen exactamente igual.
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