martes, 15 de septiembre de 2009

¿Hackintosh o Mac de segunda mano?


Para muchos usuarios es sencillamente imposible adquirir un ordenador Macintosh debido a su precio. Y no se trata de que éste este justificado o no, cosa que es tema para otro debate. Un ordenador es la suma del hardware y del sistema operativo y es este último lo que caracteriza y hace atractivo a un Mac para muchos, hasta el punto de renunciar al hardware de Apple para intentar montar un "hackintosh", que viene a ser el resultado de instalar Mac OS X en un PC en el cual se ha buscado la mayor compatibilidad posible con este sistema operativo.

Esto, como es de suponer no está en absoluto soportado por Apple, de hecho es necesario recurrir a determinados trucos y parches que engañen al sistema operativo haciéndole creer que funciona dentro de un Mac. Para ello existen dos métodos: parchear el ordenador y trastear durante la instalación de forma que sea posible utilizar un DVD instalador original de Apple, o bien "descargar" una imagen ya modificada o "hackeada" de ese DVD que entre otras cosas viene con los drivers para un amplia variedad de hardware. Todo esto no es siempre sencillo y el resultado solo a veces es el esperado.

Conseguir hacer funcionar al 100% un hackintosh requiere paciencia, ciertos conocimientos y puede llevar muchas horas o días, y conseguir que sea estable y siga funcionando a pesar de las sucesivas actualizaciones de software puede ser una constante y ardua tarea. Todo ello es un reto irresistible para muchos manitas, muchos curiosamente ya poseedores de un Mac.

Montar uno mismo un hackintosh puede llegar a ser en muchos países la única solución debido a la brutal diferencia de precio respecto a su valor en Estados Unidos o Europa, o a que no existen distribuidores Apple. Aunque esto afecta a veces igualmente al producto de segunda mano, esta opción no debiera ser descartada. Y no se trata de adquirir un producto con un precio algo inferior al nuevo, sino de apostar por un equipo ya antiguo pero capaz de funcionar con el sistema operativo más reciente posible.

Solo los últimos modelos con procesadores Intel son capaces de correr el nuevo sistema operativo Snow Leopard. En el otro extremo, los viejos Mac con procesadores anteriores a PowerPC G3 sólo son capaces de funcionar con Mac OS 9 y son hoy descartables para un uso general.


Pero sin embargo, hay una gama de equipos con procesador G3 que son utilizables con Mac OS X Tiger (10.4). Los G4 obtienen de este sistema un buen rendimiento, y a partir de velocidades iguales o superiores a 833 GHZ, funcionan incluso con Mac OS X Leopard (10.5). Este corre muy decentemente con procesadores G5, aunque es recomendable ampliarlos como mínimo a 1GB de RAM. Naturalmente no podemos dedicarlos a la edición profesional de video, y es posible que no puedan utilizar las últimas versiones de algunas aplicaciones o utilidades, incluso habrá que renunciar a utilizar aquellas (de momento pocas) que solo funcionan en las nuevas máquinas con procesadores Intel.


¿Y qué se puede hacer con un ordenador así? Pues lo mismo que se hacía con ellos cuando eran novedad: Utilizar Microsoft Office (2004), NeoOffice o iWorks, editar vídeos caseros con el iMovie (iMovieHD 6) de iLife, ver o ripear DVDs, navegar con Safari o Firefox, retocar fotos con Photoshop (hasta CS3 sin problemas), realizar ciertos proyectos de diseño gráfico, etc., etc.… Pero todo esto sabiendo que la integración entre sistema operativo y hardware es total. La llamada "experiencia Mac" será mayor que en un hackintosh, aunque éste tenga mayor "potencia bruta".

Se puede argumentar que un ordenador de segunda mano tiene una vida limitada, pero igualmente limitada es la vida de un hackintosh, ya que nada garantiza que sea compatible con versiones futuras de Mac OS X.

Además con un Mac podremos hacer ciertas cosas problemáticas o difíciles en un hackintosh, como clonar fácilmente el disco de arranque en una unidad externa con Superduper o Carbon Copy Cloner, y determinar este disco como disco de arranque o elegirlo al arrancar pulsando "ALT".

Y sobre todo, poder actualizar el sistema operativo automáticamente sin tener que cruzar los dedos y sabiendo que normalmente todo irá bien, y que será posible utilizar herramientas de reparación como Applejack o Disk Warrior en caso de problemas.