lunes, 29 de noviembre de 2010

Cómo bloquear tu Mac fácil y elegantemente.


Desplazar la flechita del ratón a una esquina de la pantalla y …ya está. Es todo lo que tiene que hacer Luis para bloquear la pantalla del Mac de su casa para evitar que Luisito aporree las teclas y haga un estropicio mientras él ha ido a preparar un café, y es todo lo que María debe hacer en la oficina cuando se ausenta un momento de su puesto de trabajo y desea mantener la confidencialidad de los datos de su ordenador.

Si Luisito o un colega de trabajo indiscreto toquetean el ordenador aparecerá la ventana solicitando la introducción de la contraseña del usuario que ha iniciado sesión en el Mac para poder desactivar el salvapantallas o sacar al monitor del reposo.

Esto es algo que suelen demandar los "switchers" o usuarios de Windows, acostumbrados a bloquear sus sesión mediante la combinación de teclas Ctrl+Alt+Supr  ó Ctrl + L.

Por supuesto, para poder hacer algo así deberán antes modificarse un par de ajustes en las "Preferencias de Sistema" del Mac.

En Escritorio y Salvapantallas, en la pestaña o apartado Salvapantallas veremos en la esquina inferior izquierda un botón llamado Esquinas activas…
Lo pulsaremos y veremos que podemos configurar qué ocurrirá si movemos el ratón a las esquinas del monitor. Las opciones que en este caso nos interesan son Iniciar salvapantallas o Poner la pantalla en reposo.

Suelo recomendar elegir la esquina inferior izquierda por ser "la menos visitada" en el uso habitual del ordenador, aunque cabe la opción de elegir una esquina para Iniciar salvapantallas y otra para Poner la pantalla en reposo.

Por cierto, en la barra de desplazamiento que nos permite elegir el lapso de tiempo en el que el salvapantallas se inicia automáticamente elegiremos un periodo que no sea ni tan corto como para resultar molesto, ni tan largo como para que tarde demasiado en activarse si nos hemos ausentado y hemos olvidado mover el ratón a la esquina correspondiente.

La diferencia entre ambas es evidente. En el primer caso se activará el salvapantallas que esté seleccionado en la ventana anterior, ya sea efectos visuales, pases de fotos o el nombre del ordenador. En el segundo caso la pantalla del ordenador entrará en reposo y "se apagará", quedando completamente en negro. Elegir una opción u otra es casi cuestión de gustos y del equipo en cuestión. Por ejemplo, en el caso de un portátil usando batería la ventaja del reposo es obvia.

En Seguridad, en la pestaña o apartado General deberán activar la casilla Solicitar contraseña 5 segundos tras iniciarse el reposo o el salvapantallas. Es preferible la opción 5 segundos a la de inmediatamente, porque es posible activar por error el salvapantallas o el reposo, y sería un engorro tener que teclear la contraseña cada vez.

¿EXISTEN OTRA OPCIONES?
Existen otras opciones utilizando las propias opciones de Mac OS X, por ejemplo accediendo a la aplicación Acceso a llaveros, dentro de Aplicaciones / Utilidades.

Un vez abierta esta, iremos a las  Preferencias, donde se nos permite activar la casilla Mostrar estado en la barra de menús. Si hacemos esto veremos aparecer en esa barra el icono de un candado abierto. Si desplegamos el menú correspondiente tendremos la opción, entre otras cosas, de bloquear pantalla, es decir, ponerla en reposo, aunque no dispondremos de la posibilidad de activar el salvapantallas.

OTRA POSIBILIDAD ES: 
crear en primer lugar otro usuario en el Mac, a continuación ir a Preferencias del Sistema / Cuentas, e ir aquí a Opc. inicio de sesión, para habilitar la casilla Mostrar menú de cambio rápido de usuario como: Con esto dispondremos de otro menú desplegable en la barra superior con los usuarios que pueden iniciar sesión en el Mac.

Si elegimos Ventana de inicio de sesión veremos en pantalla "el efecto de cubo" que nos mostrará la ventana de inicio en el ordenador, que nos solicita nombre de usuario y contraseña. Sólo introduciendo estos podremos "desbloquear el Mac". Por defecto suelen aparecer los botones Reposo, Reiniciar y Apagar Equipo, pero si no queremos que estos sean visibles basta con volver a las opciones de inicio de sesión que hemos visto antes y desactivar la casilla de esa opción:  Mostrar los botones Reposo, Reiniciar y Apagar equipo.

EXISTEN TAMBIÉN SCRIPTS Y UTILIDADES DE TERCERAS PARTES,
como iStarter o Utility Lock, normalmente válidas para versiones de Mac OS X que todavía no incorporan las opciones que hemos descrito antes.

Con todo, desde mi punto de vista, nada más fácil que el simple gesto de mover el ratón a la esquina que hayamos definido. Es la más elegante y "la más Mac".

miércoles, 24 de noviembre de 2010

Pero, ¿cómo desinstalo programas en el Mac limpiamente?


Se nos suele decir que cuando instalamos una aplicación o utilidad en nuestro Mac todo suele estar contenido en un solo "paquete" dentro de la carpeta Aplicaciones, y que para desinstalarla sólo sería necesario arrastrar el icono de la aplicación a la Papelera. Tan solo habría que buscar el archivo de "preferencias" correspondiente. Esto puede ser así en ciertos casos, pero en muchas ocasiones, y como veremos a continuación, hay aplicaciones que dispersan archivos por todos los rincones de nuestro ordenador. Sólo suele quedar a salvo la carpeta del Sistema, y sería muy raro que encontráramos algo que no fuera de la propia Apple.

Mac OS X no dispone de un "desinstalador de software", pero algunas aplicaciones permiten utilizar el instalador tipo PKG para desinstalar los archivos que copió en diferentes directorios o carpetas, u ofrecen un "desinstalador" específico. Sin embargo, esto no es siempre así y por ello son cada vez más populares las utilidades para desinstalar aplicaciones y los diferentes archivos que van asociados a cada una de ellas, como:
 AppCleaner, AppTrap, AppDelete, AppZapper, TrashMe, CleanApp, Uninstaller, uApp, SuperPop, Yank, etc...

Con muchas utilidades sólo tenemos que arrastrar sobre su ventana el icono de la aplicación a desinstalar y se nos mostrarán los archivos a borrar que se han localizado.

La mayoría se limita a "buscar" los ítems asociados a la aplicación a borrar, pero alguno de ellos crea "puntos de restauración" (como Uninstaller) o "monitorizan" el sistema para detectar qué nuevos archivos han creado las aplicaciones y sus instaladores para poder localizarlos fácilmente y borrarlos (como Yank).
Pero no podemos confiar en que siempre hagan perfectamente su trabajo. En muchos casos son incapaces de encontrar todos los archivos que debieran borrar junto con la aplicación de la que nos queremos deshacer. El archivo de "preferencias" suele ser localizado, pero en la misma carpeta en la que han encontrado éste se pueden olvidar otros documentos, incluso aquellos en los que en su nombre puede aparecer contenido el nombre de la aplicación en cuestión. Si el instalador o el programa disemina archivos por diferentes carpetas, estas utilidades aún lo tienen más difícil. Por ejemplo, tras probar una impresora multifunción Olivetti, todos los desinstaladores probados, tanto los gratuitos como los "de pago" localizaban tan solo la aplicación Olivetti ToolBox y el archivo com.olivetti.toolbox.plist en la carpeta de Preferencias. Sin embargo olvidaban en esa misma carpeta el archivo com.olivetti.tlauncher.plis así como el llamado Olivetti Monitor en DiscoInicio / Librería / StartupItems.

Algunas muestran una "interfaz" más elaborada y ofrecen más opciones.

A continuación listo aquellos directorios en los que aplicaciones de terceros (ó sea, no de Apple) suelen crear carpetas y archivos en Mac OS X Snow Leopard. Debemos ser muy cautos con qué borramos y sólo hacerlo si estamos completamente seguros de no eliminar archivos o carpetas que usan el sistema operativo u otras aplicaciones. Comenzaremos por la ubicación más evidente: la carpeta Aplicaciones.
En APLICACIONES es donde casi siempre encontraremos la carpeta de una aplicación que hayamos instalado:
DiscoInicio / Aplicaciones / Aplicación o carpeta de la aplicación
Por ejemplo: Firefox.app, Pixelmator.app, etc...
En la CARPETA LIBRERÍA también podemos encontrar archivos o carpetas de aplicaciones de terceros que podemos borrar, y también en sus diferentes subcarpetas.
DiscoInicio / Librería / nombrecarpetaaplicacion
Por ejemplo: Mozilla (de Firefox)
DiscoInicio / Librería / Contextual Menu Items / nombreaplicacion.plugin
Por ejemplo: FusionVMDKPlugin.plugin (de VMware Fusion)
DiscoInicio / Librería / Preferences / nombreaplicacion.plist
Por ejemplo: com.adobe.acrobat.pdfviewer.plist
DiscoInicio / Librería / Application Support / nombrecarpetaaplicacion
Por ejemplo: Adobe, Mozilla, BlackBerry...
DiscoInicio / Librería / Caches / nombrecarpetaaplicacion
Por ejemplo: Epson (de una impresora de esa marca)
DiscoInicio / Librería / Components / nombrecomponente
Por ejemplo: iOIXperts QuickCam.component (componente para una cámara USB de Logitech)
DiscoInicio / Librería / Documentation / nombrecarpetaaplicacion
Por ejemplo: Applejack
DiscoInicio / Librería / LaunchAgents / nombreaplicacion.plist
Por ejemplo: com.rimBBLaunchAgent.plist (del software de escritorio de Blackberry)
DiscoInicio / Librería / LaunchDaemons / nombreaplicacion.plist
Por ejemplo: com.bombich.ccc.plist (de Carbon Copy Cloner)
DiscoInicio / Librería / Logs / nombrecarpetaaplicacion ó nombreaplicacion.log
Por ejemplo: parallels.log (de Parallels) o LogMeIn
DiscoInicio / Librería / PreferencePanes / nombreaplicacion.pref.Pane
Por ejemplo: Perian.prefPane
DiscoInicio / Librería / StartupItems / nombrecarpetaaplicacion
Por ejemplo: Olivetti Monitor (de una impresora de esa marca)


En la CARPETA de CADA USUARIO también podemos encontrar archivos en diferentes carpetas.
En Documentos:
DiscoInicio / Usuarios / Minombredeusuario / nombrecarpetaaplicacion
Por ejemplo: DropBox

DiscoInicio / Usuarios / Minombredeusuario / Documentos / nombrecarpetaaplicacion
Por ejemplo: Microsoft User Data (si hemos instalado Microsoft Office)


En la LIBRERIA del USUARIO:
DiscoInicio / Usuarios / Minombredeusuario / Librería / nombrecarpetaaplicacion
Por ejemplo: Thunderbird...
DiscoInicio / Usuarios / Minombredeusuario / Librería / Application Support / nombrecarpetaaplicacion
Por ejemplo: CyberDuck, Firefox, HandBrake…

DiscoInicio / Usuarios / Minombredeusuario / Librería / Caches/ nombrecarpetaaplicacion ó nombreaplicacion
Por ejemplo: Adobe, com.microsoft.Outlook, Opera 10, Thunderbird…

DiscoInicio / Usuarios / Minombredeusuario / Librería / Contextual Menu Items / nombreaplicacion.plugin
Por ejemplo: DropBox.plugin, GraphicConverterCMI.plugin…

DiscoInicio / Usuarios / Minombredeusuario / Librería / Logs / nombrecarpetaaplicacion ó nombreaplicacion
Por ejemplo: Adobe, bento.log, Parallels, Plaxo, VMware Fusion…

DiscoInicio / Usuarios / Minombredeusuario / Librería / PreferencePanes / nombreaplicacion.prefPane
Por ejemplo: Growl.prefPane, Warp.prefpane…

DiscoInicio / Usuarios / Minombredeusuario / Librería / Preferences / nombrecarpetaaplicacion ó nombreaplicacion.plist
Por ejemplo: ch.sudo.cyberduck.plist, com.bombich.ccc.plist, com.microsoft.office.plist…

DiscoInicio / Usuarios / Minombredeusuario / Librería / Receipts / nombrecarpetaaplicacion
Por ejemplo: com.adobe.Reader

Podemos encontrar archivos de Adobe diseminados por todo el disco duro

Como podéis ver, eso de arrastrar a la Papelera el icono de la aplicación no es siempre suficiente, y tampoco puede serlo usar una utilidad de desinstalación. Puede ser recomendable revisar de vez en cuando nuestro ordenador para eliminar "basurilla". Afortunadamente Mac OS X no tiene como Windows un "registro" ni las aplicaciones instalan cada una sus propias librerías de modo que el sistema se va saturando hasta el punto de ralentizarse. Normalmente, en el Mac todo "lo que sobra" se limita a ocupar poco espacio en el disco duro.
Sin embargo, algunas aplicaciones crean numerosos archivos temporales y de cache que sí pueden sumar varios gigantes. Para estos casos sería recomendable utilizar otro tipo de utilidades de limpieza, como Onyx.

sábado, 20 de noviembre de 2010

UBUNTU, ahora también

Hace ya dos años que titulé mi primer post de este blog como "Ubuntu, ahora si". En aquel momento había aparecido la versión 8.10, y aunque yo ya había trasteado con este sistema operativo desde la sexta versión, fue "la 8" la que me convenció de que Ubuntu era realmente usable por un usuario "normal". Desde entonces Ubuntu ha evolucionado, y aunque sigue sin tener todavía toda la funcionalidad de Windows o de Mac OS X, muchos usuarios pueden encontrar en éste todo lo necesario para usar su ordenador.

Es cierto que puede tener  problemas para reconocer muchas cámaras Web, que es aún más problemático con los escáneres, y puede ser casi imposible utilizar un sintonizador TDT, pero para muchos esto no es un grave inconveniente, y menos aún si se utiliza en un segundo ordenador.
Ubuntu es Linux, pero ha sido la primera distribución que conozco que se ha podido utilizar sin necesidad de utilizar extraños conjuros en la línea de comandos. Es por esto que se ha convertido en la más popular de las "distros".

Ubuntu suele funcionar "a la primera" con ordenadores con algunos años y prestaciones discretas, ya incapaces de soportar Windows 7. Las últimas distribuciones de Ubuntu, además de la "Desktop", ofrecen una versión "Netbook", optimizada para ser usada en los pequeños netbooks, y en este caso aún es más raro que haya problemas de compatibilidad con cámaras web, dispositivos de red inalámbricas y demás software integrado.

La instalación es muy sencilla, y resulta especialmente interesante la opción de instalar Ubuntu junto al sistema operativo previamente instalado, siempre que exista espacio en disco suficiente. Podremos elegir al arrancar el ordenador si hacerlo con el Windows previamente existente o con Ubuntu.

Yo suelo decir que es una solución perfecta para madres, suegras y cuñados torpes, y que con el tenemos el perfecto "ordenador electrodoméstico", puesto que permite navegar, utilizar el correo electrónico, ver fotos y películas y resulta especialmente robusto y prácticamente inmune a virus y malware. Pueden transcurrir meses e incluso años sin que se solicite nuestra ayuda o "soporte técnico". Si se tiene la precaución de crear una segunda cuenta de usuario sin privilegios de administrador, resultará casi invulnerable ante el mayor de los peligros: los nietos, sobrinos y demás fauna salvaje. Además es gratuito, y podemos instalarlo en un PC marca DELCON (es decir, DEL CONtenedor de basura de la esquina).

Cada seis meses aparece una nueva versión de Ubuntu (en estos momentos disponemos de la Ubuntu 10.10 "Maverick Meerkat"). Sin embargo, aunque va evolucionando en prestaciones y compatibilidad, en una interfaz gráfica cada vez más atractiva y descaradamente parecida a Mac OS X, siempre queda la sensación de que esa evolución es demasiado lenta y de que no aparecen cambios llamativos. El software incluido en el paquete de instalación es funcional, pero poco atractivo. Sigue teniendo un aspecto antiguo y a veces incluso parece inacabado.

El gestor de imágenes Shotwell es como el pariente pobre de iPhoto, lo mismo ocurre con Rythmbox con respecto a iTunes. Y no quiero decir que el software para Linux sea siempre así: de hecho existe software que hemos de descargar por nuestra cuenta como Songbird, Opera o Thunderbird que tienen sin embargo un acabado y prestaciones magníficas. Por otro lado es recomendable instalar Chrome como navegador eficaz pero menos goloso en recursos que el Firefox de serie, o VLC Player, más compatible con los diferentes formatos de video que el Reproductor de Películas por defecto.

Una de las novedades de la última versión es el soporte "multitouch". Sin embargo, de momento será raro ver Ubuntu en alguno de los nuevos ordenadores con este tipo de pantallas, ya que pocos usuarios desinstalarán Windows 7 (con el que se encuentran muy cómodos aquellos que se desesperaban con XP) y más raro aún será que reemplace a Mac OS X.

También puede ser interesante Ubuntu ONE, que viene a ser algo del estilo del Skydrive de Microsoft, el MobileMe de Apple o servicios como DropBox. Al igual que en éste último disponemos de un par de GB de uso gratuito, ofreciendo una opción de pago de 50 GB por 10 dólares mensuales.

Si dispones de un segundo ordenador desplazado ya por un nuevo portátil, o la instalación de Windows  de tu ordenador actual te está dando problemas, prueba Ubuntu. Muchos se llevarán una agradable sorpresa y serán más felices, a otros "se les quedará corto" para sus particulares necesidades del día a día, y aquellos que esperan "algo como Mac", pero sin ser Mac y más barato …acabarán defraudados.

jueves, 11 de noviembre de 2010

NeoOffice, una suite ofimática gratuita para Mac aún poco conocida.


Admito que le he tomado cariño a NeoOffice. Lo he estado utilizando durante años para editar texto y para hojas de cálculo y a pesar de que lo he instalado en un par de docenas de ordenadores no recuerdo por ejemplo, ningún cuelgue. Sólo en una ocasión, en un PowerMac G4  con Tiger me encontré con el problema de que se cerraba inmediatamente al abrirlo. No llegué a averiguar la causa de esta rara excepción, la reinstalación del sistema solucionó el problema.
Empecé a utilizarlo al buscar una solución -a ser posible gratuita- para abrir documentos tanto de Microsoft Word como de Microsoft Works creados en un PC y desde entonces recurro a él con regularidad en los Mac que utilizo.

Como el mucho más conocido OpenOffice en el que se basa, consta de un editor de textos (Writer), hoja de cálculo (Calc), presentaciones (Impress), base de datos (NeoOffice Base), y un editor de dibujos y gráficos (NeoOffice Draw) desde mi punto de vista muy minusvalorado.

Puede ser una interesante alternativa a iWork o Microsoft Office.
El gratuito NeoOffice, salió como proyecto paralelo a las primeras versiones de OpenOffice para Mac que requerían del entorno de ventanas X11 para funcionar, pero NeoOffice estaba mucho más integrado con funciones como el uso de tipografías (redibujado y kerning) o del sistema de impresión. Ahora OpenOffice ya utiliza también el entorno "Aqua" de Mac, pero aunque los dos proyectos son desarrollos basados en el mismo proyecto original, NeoOffice justifica su continuidad en adaptarse mucho mejor al entorno Mac, de lo contrario, no tendría sentido que compitieran dos desarrollos parecidos. 

NeoOffice es actualizado y facilita correcciones y mejoras cada tres meses.
Imagino que a partir de ahora seguirá el desarrollo del ahora llamado LibreOffice, que aparece como proyecto paralelo al OpenOffice ahora propiedad de Oracle al comprar Sun.

Lo recomiendo como alternativa gratuita a iWork y a Microsoft Office en cuanto a procesador de textos y hoja de cálculo y herramienta de dibujo. Permite trabajar y guardar con los formatos .doc, .xls y ppt, aunque para presentaciones Keynote es muy, muy superior al "Impress" de NeoOffice-OpenOffice y se entiende mejor que éste con los documentos creados en Powerpoint para Windows.


Muy parecido a OpenOffice, pero la integración con Mac OS X es mejor.
NeoOffice es pues una "adaptación" de OpenOffice y se basa en en el desarrollo de éste. pero es exclusivo para Mac OS X. No existe versión para Ubuntu ni otro Linux, y tampoco para Windows. La interfaz (y el formato de archivos) es básicamente la misma que la de OpenOffice. Si estamos ya familiarizados con OpenOffice no tendremos ninguna dificultad en utilizar NeoOffice, incluso podemos utilizar las guías o manuales del primero. NeoOffice tiene sin embargo detalles muy  interesantes que lo integran mejor con Mac OS X. Por ejemplo y entre otras cosas:

- se puede usar la paleta multimedia de Mac OS X
- los colores de resaltado de texto seleccionado son los propios de Mac OS X
- utiliza las paletas flotantes y los botones de la barra de tareas nativos de Mac OS X
- se puede usar el mando remoto de Apple
- se pueden insertar formatos de video que no admiten Powerpoint para Mac ni OpenOffice
- son mejores la forma de gestionar y utilizar las tipografías, diccionarios
- compatible con los gestos de los trackpads
- compatibilidad con Quicklook
- el contenido de los documentos es indexable por Spotlight
- los menús están disponibles aunque no haya documentos abiertos
- la generación de PDF
- accede a los contactos de la Agenda de Mac OS X y de Thunderbird
- compatible con algunos de los servicios de Mac OS X
- permite utilizar la revisión gramatical de Leopard (para los idiomas soportados)
- uso de macros de Visualbasic, etc...


Además tiene otras ventajas.
Es increiblemente estable. No recuerdo que NeoOffice se me haya colgado jamás. Si, la aplicación tarda en abrirse, pero una vez abierta funciona razonablemente rápido. En la mayoría de las máquinas es perceptiblemente más rápido que OpenOffice.

La últimas versiones de NeoOffice abren perfectamente los documentos creados con Microsoft Works 7, algo que OpenOffice no hace. Otra ventaja para algunos usuarios es que NeoOffice funciona todavía en PPC, mientras que OpenOffice ya lo hace sólo sobre Intel.

Alguna vez he tenido problemas para abrir algunos documentos Powerpoint. Tal ve por ser archivos creados en un PC, recibidos por correo electrónico, reeditados en un Mac y que han pasado de máquina en máquina y han acabado corruptos de alguna manera. Siresulta imposible abrirlos con Powerpoint para Mac, ni con la versión de Windows, si resulta posible abrirlos con NeoOffice, para volverlos a guardar como un documento .ppt que ya  no de problemas.

¿Cómo se instala o desinstala?
Los requisitos mínimos del Mac para instalar NeoOffice son:
- Mac OS X 10.4 o superior
- Mac Intel o PowerPC
- 512 MB de memoria RAM
- al menos 400 MB de espacio libre en el disco duro

Para instalarlo deberemos descargar tres "paquetes":

UNO:
el de la aplicación (el NeoOffice en si) disponible, como hemos dicho, tanto para ordenadores con procesador INTEL como para los Mac con PowerPC.

DOS:
el del lenguaje o idioma descargable aquíOjo, ya nos advierten en la web de NeoOffice, que el instalar un paquete de idioma no agrega el soporte para la corrección ortográfica en ese idioma. Para agregar el soporte para la correción ortográfica en algún idioma, deberemos abrir  NeoOffice y seleccionar el menú Herramientas / Idioma / Más diccionarios en línea...

TRES:
el parche o actualización más reciente. Estas actualizaciones aparecen aproximadamente cada tres meses e incluyen correcciones  a posibles fallos o mejoras y nuevas prestaciones.

Una vez descargados los paquetes, haremos doble clic sobre el archivo descargado en el Finder. Esto abrirá la imagen de disco y se montará un volumen llamado NeoOffice en el escritorio. Haremos doble clic sobre este volumen y se abrirá a su vez una ventana del Finder que contendrá el archivo llamado NeoOffice.pkg. Nuevamente haremos doble clic sobre el archivo NeoOffice.pkg y el instalador de NeoOffice se iniciará.
Por defecto, el instalador creará una aplicación llamada NeoOffice.app en tu carpeta Aplicaciones. Para iniciar NeoOffice, simplemente haz doble clic en el ícono de la aplicación de NeoOffice.
Para desinstalarlo, sólo hay que arrastrar el ícono NeoOffice en Aplicaciones hasta la Papelera. Se pueden utilizar simultáneamente OpenOffice y NeoOffice, y lo interesante es que utilizan una configuración completamente separada y archivos de usuarios completamente distintos, de tal modo que si desinstalamos uno de los dos esto no causa ningún efecto en el otro.
Aunque es gratuito, debemos saber que el proyecto NeoOffice se financia por donativos realizados por los usuarios y no tiene detrás empresas patrocinadoras (como OpenOffice o Firefox). Según ellos la mitad de los donativos proceden de pequeñas aportaciones. Si se convierte en una herramienta útil y habitual tal vez debiérais considerar donar una pequeña cantidad. Admiten donaciones a partir de los 5€.
NeoOffice Mobile
El llamado NeoOffice Mobile es un servicio de pago que nos permite guardar los documentos en el servidor de NeoOffice Mobile directamente desde la aplicación NeoOffice. Esto nos permite compartir los documentos y editarlos desde cualquier Mac con NeoOffice. Cada vez que guardamos cambios, se conservan las versiones anteriores de los documentos. Lo documentos son legibles mediante un navegador web e incluso desde un smartphone.
El servicio puede ser gratuito si almacenamos un máximo de 10 MB, pero sólo se conservan los documentos un máximo de 2 días y no se conservan "las versiones antiguas".


jueves, 4 de noviembre de 2010

"Los Otros" o "en ocasiones ...veo PCs"


Si no habéis visto la película "Los Otros", dirigida por Alejandro Amenábar y protagonizada por Nicole Kidman, y aun tenéis intención de verla, tal vez debierais dejar de leer esto ya que esta anécdota os revelaría la sorpresa final.

Una conocida, a la que llamaremos "Nicole",  usuaria de un MacBook y residente en un país de habla hispana, me comenta su preocupación porque asegura que en ocasiones "alguien" entra en la red de su casa. Se ha dado cuenta porque ve aparecer "PCs" desconocidos en el apartado "Compartido" de la columna izquierda de las ventanas de su Mac. Para disipar mis dudas me adjunta una captura de pantalla en la que, efectivamente se ven otros ordenadores en red, algunos de ellos con nombres algo inquietantes.

Lo extraño es que asegura que no hay otros PCs, impresoras o dispositivos de red en su casa, y que solo dispone de un único ordenador. Cuando barajamos la posibilidad de que alguien este accediendo a su red inalámbrica me asegura que no dispone de WIFI y que se conecta al router directamente mediante un cable Ethernet.

Como es obvio le pregunto si tiene activado Airport (redes inalámbricas en los Mac) y que compruebe también si su ordenador "esta compartiendo internet". Pero contesta que no en ambos casos lo cual me desconcierta, ya que doy por válida la respuesta. Le comento que lo único que se me había ocurrido es que estuviera accediendo a la red WIFI de alguien, ya que aunque se conectara a internet mediante el latiguillo conectado al router podía estar utilizando simultáneamente una red inalámbrica.

Tras unos días sin respuesta acabo sospechando que no iba muy desencaminado, por lo que decido ponerme en contacto con ella para ver si por fin ha conseguido averiguar algo. Y efectivamente, resulta que "no sabia como" pero si que activaba ocasionalmente el Airport de su Mac y era ella la que accedía a la red WIFI de un local vecino, nada más y nada menos que un "cibercafé".

Así se explicaban los inquietantes nombres a los que antes me refería y que resultan muy propios de un establecimiento de este tipo, visitado por aficionados a juegos en los que los personajes y criaturas pertenecen al mundo de la magia y fantasía. Como ocurría en la película, los fantasmas no eran "los otros", el intruso resultaba ser ella.