jueves, 28 de abril de 2011

Ubuntu, cada vez más parecido a Mac OS X y más familiar para los usuarios de Mac.


Ubuntu 10.10 "recién instalado".

La primera captura de pantalla corresponde a la última versión de Ubuntu Linux (10.10), con la interfaz y apariencia ofrecidos por defecto tras su instalación. La segunda captura de pantalla, aunque resulte sorprendente, también es el mismo Ubuntu 10.10 al cual se ha aplicado un "tema" llamadao Macbuntu que imita la interfaz de Mac OS X Leopard. Es un tema que se instala muy fácil y rápidamente, y sorprende la similitud con la interfaz de Apple, ya que se imita incluso el funcionamiento del "clon del  Dock", aunque personalmente me parece que es llevar las cosas un poco lejos.

...y esto no es Mac OS X; también es Ubuntu 10.10

De hecho, su uso puede ser desconcertante, ya que parece Mac OS X... sin ser realmente Mac OS X. Es más: puede desconcertar tanto a los usuarios habituales de Ubuntu como a los de Mac, ya que la ubicación de menús y opciones puede no corresponder ni con uno ni con otro sistema operativo, y tareas que forman parte de la llamada "experiencia de uso" como el "arrastrar y soltar" tan bien integrado en Mac OS X, o no están disponibles o funcionan de forma diferente en este "Ubuntu maquillado".

Ubuntu 10.10 y el auténtico Mac OS X Snow Leopard.

Pero en esta entrada no me voy a referir a los temas existentes para Ubuntu y otras distribuciones de Linux que imitan la apariencia de menús, ventanas y el Dock de Mac OS X, sino a los últimos temas por defecto del mismo Ubuntu. Y las similitudes no existen por casualidad ni por un inconfesado intento de imitación. El mismo Mark Shuttleworth, "turista espacial" y responsable de Canonical (la empresa desarrolladora de Ubuntu) ya dijo de forma explícita durante la O’Reilly Open Source Convention, que quiere que Ubuntu acabe teniendo un diseño tan acabado y pulido como el de Mac OS X, y prestaciones como mínimo similares. Es decir, que para ello va a poner muchos de sus millones a disposición de programadores de OpenGL, librerías GTK, Qt, el servidor de ventanas X, o los entornos GNOME y KDE. Canonical quiere crear un entorno atractivo y consistente, y poco a poco va dando los pasos necesarios en ese sentido. De hecho, en el reciéntemente aparecido Ubuntu 11.04 aún se ha cuidado más el diseño e interfaz.


Para los usuarios de Apple o de Microsoft, Linux siempre ha sido un sistema operativo espartano y para iniciados en el que, para su uso era imprescindible teclear constantemente largas y complicadas líneas de comandos, lo que lo hacía poco atractivo. Pero en la actualidad, y sobre todo para un usuario de Mac, la interfaz de Ubuntu resulta cada vez más familiar, atractiva y amigable. Esto es claramente visible desde el momento de la facilísima instalación, en el que las sucesivas pantallas recuerdan mucho el proceso de instalación de Mac OS X.

Ubuntu permite instalar aplicaciones desde "repositorios" online.


Una vez instalado, muchos detalles en los menús y ventanas, desde la polémica nueva ubicación de los botones en la esquina izquierda de las ventanas ("a la Apple"), así como la forma en que se muestran opciones y directorios hacen que el usuario proveniente del mundo Apple considere bastante intuitiva esta distribución de Linux. Por ejemplo, para los usuarios de Mac  la integración de la App Store en el sistema operativo es una novedad, pero la instalación de aplicaciones desde repositorios online es algo que ya existe desde hace años en Linux. Y no sólo funciona perfectamente, sino que aqui también está contemplada la desinstalación.

Shotwell no es iPhoto, pero cumple su cometido muy dignamente.

Recordemos además, que el cercano parentesco del FreeBSD/Unix sobre el que se basa Mac OS X y Linux, hace que la estructura de carpetas y directorios sea similar. Incluso la gestión de usuarios y permisos, y las herramientas incluidas en el mismo sistema tengan muchos puntos en común. Quede claro que no pretendo equiparar Mac OS X y Ubuntu. Si alguien espera encontrar en éste un iTunes, un iMovie o un Keynote preinstalados puede sentirse defraudado ya que las correspondientes aplicaciones de esta "distro" de Linux no tienen ni la potencia ni las funcionalidades ni una interfaz tan elaborada, pero pueden cumplir perfectamente su función, y tal vez veamos que Shuttleworth consigue cambiar las cosas.

Rhythmbox tampoco es iTunes, pero más de uno preferiría esta simplicidad.

Si ya estamos habituados al Mac, y necesitamos un netbook para tareas básicas pero preferimos no usar Windows, debiéramos valorar la posibilidad de utilizarlo con un Linux que no se alejara demasiado de la experiencia de usuario de Mac OS X, como puedan ser Ubuntu o Linux Mint. Una opción muy interesante, sobre todo si estamos dudosos, es la posibilidad de instalar Ubuntu junto al Windows ya instalado, y de iniciar el ordenador con uno o con otro según se prefiera o necesite en cada momento.







lunes, 25 de abril de 2011

He conectado al Mac el micrófono que usaba en un PC y no funciona.

Has conectado a tu Mac unos auriculares con micrófono de los que llevan dos conectores tipo jack, para usarlos por ejemplo con Skype, y descubres que el micrófono no funciona. Sin embargo, has comprobado que en un PC si lo hacen. ¿Qué ocurre? 

El conector del Mac es una entrada mixta de linea no amplificada y para audio digital, no una entrada de micrófono como la que vemos en muchos PC. La entrada del Mac admite dispositivos  con señal amplificada (0,5 a 2 V) como lo son los reproductores de CD/DVD, equipos de edición de audio, o  bien equipos que trabajan con audio digital óptico.

Es decir, que para esa conexión necesitarías un micrófono de tipo profesional que suministre una señal pre-amplificada o bien has de conectar el micrófono a un dispositivo que amplifique la señal y éste al Mac.  Pero curiosamente, un secreto a voces es que los auriculares con micrófono que vienen de serie con el iPhone (el "manos libres") si funcionan con la entrada de línea. De hecho hay comentarios al respecto incluso entre las "opiniones" de usuarios de la página web de la Apple Store.

Pero para conectar uno de esos micrófonos sencillos que encontramos en tiendas de accesorios para  PC, podemos usar usar un adaptador como el iMic de Griffin, que admite los dos tipos de micrófonos (entradas "line level" y "mic level") mediante un conmutador.


La alternativa es utilizar un micrófono con conector USB, como el carísimo (pero muy bueno) Yeti THX de Blue Microphones  los Logitech USB Desktop o el Blue Snowball USB Microphone.

Si lo que se necesita es un conjunto de auriculares con micrófono podemos usar algo como los Plantronics DSP-500 o los ClearChat Comfort USB de Logitech.


Por supuesto también se puede recurrir al micrófono integrado en las cámaras USB. Pero tanto si nos decidimos por un micrófono USB, unos auriculares con micrófono USB o una cámara web, deberemos asegurarnos de que es compatible con Mac OS X, cosa que suele especificarse en al web del fabricante.

viernes, 22 de abril de 2011

He formateado mi pendrive en el Mac como FAT32 pero los PC no lo leen.

Muchos usuarios de Mac recurren a Utilidad de Discos para formatear sus pendrive o discos duros externos como HFS+ al observar que en este formato el Mac escribe los datos más rápido y que no existe la limitación propia de FAT32 que impide guardar archivos de un tamaño superior a 4GB. Algunos llegan incluso a crear dos o más particiones en los discos, dividiendo éstos de modo que el Mac trata cada partición como si de un disco independiente se tratara.
Recordemos que la herramienta llamada Utilidad de Discos que viene incluida en Mac OS X es muy versátil y completa. Con ella podemos comprobar y reparar estructuras de archivos de discos dañadas, crear imágenes de disco, restaurar unidades, crear RAIDs de discos, etc... Pero su uso más frecuente es para borrar, formatear e incluso crear particiones de disco.

Pero en ocasiones los usuarios deciden volver a formatear los discos como FAT32 para compartir información con un ordenador con Windows, y descubren con sorpresa que el PC es incapaz de leer el contenido del disco y muestra un mensaje en el que se sugiere dar formato al disco como si éste careciera de él. Y es que existe un factor que han pasado por alto, que es que los discos no sólo tienen un formato, sino que además hay algo llamado tabla de particiones.
Esta tabla, esquema o mapa de particiones viene a describir la forma en que se organizan las particiones de ese disco. Y un disco duro formateado tiene al menos una partición, del mismo modo que una casa tiene al menos una habitación. Pero como siempre ocurre, no existe una único tipo de mapa de particiones y desde la misma Utilidad de Discos podemos ver tres tipos: Tabla de particiones GUID, Mapa de particiones Apple y Registro maestro de arranque MBR.

Así por ejemplo, el Mac OS X de un Mac con procesador Intel necesita para iniciar un disco con una Tabla de particiones GUID y una partición con formato HFS+, mientras que los antiguos Mac con procesador PowerPC requieren un Mapa de particiones Apple y el mismo formato HFS+. Sin embargo, Windows 7 exige un esquema de particiones del tipo Registro maestro de arranque MBR y el formato NTFS. Si bien los Mac pueden leer discos con una tabla de particiones MBR, los ordenadores con Windows no pueden hacer lo mismo con discos con tabla de particiones GUID, aunque el formato de la partición o particiones sea NTFS o FAT32.
La cosa se puede complicar aún más cuando vemos que las distintas particiones de un disco pueden tener formatos diferentes. Podemos crear dos particiones en un disco externo de modo que una de ellas, por ejemplo,  sea HFS+ y otra FAT32; pero si queremos que un PC lea al menos la partición FAT32 (la HFS+ la ignorará), la tabla de particiones deberá ser Registro maestro de arranque MBR. Esto hace imposible instalar Mac OS X en la otra partición y usarla como disco de arranque, ya que como hemos visto, un Mac necesita para iniciar una Tabla de particiones GUID. Además, no se puede cambiar el tipo de mapa de particiones de un disco sin borrar todos los datos guardados en él.
Un momento, ¿cómo es posible entonces instalar Windows en una partición del disco interno de un Mac, si Mac OS X necesita GUID y WIndows MBR? La respuesta es que Bootcamp (y sólo el) es capaz de añadir una partición creando un tipo híbrido de mapa de particiones GUID/MBR. Esto funciona correctamente, pero es algo delicado y que nunca debería ser alterado desde Utilidad de Discos o desde Windows y las utilidades que encontremos para éste, ya que corremos el riesgo de dañar esta estructura e impedir el arranque desde Mac OS X. Si os interesa el tema de los esquemas híbridos este artículo  puede seros de utilidad.
Y si alguno se lo pregunta, si que es posible crear un disco con triple arranque que nos permita iniciar desde Mac OS X, Windows y Linux, aunque no recomiendo hacer esto en absoluto, a menos que se esté muy bien informado y antes se tomen todas las precauciones posibles.

martes, 19 de abril de 2011

15 razones para virtualizar Windows y no usar Bootcamp.


Nunca insistiré bastante: antes de recurrir a Bootcamp para instalar Windows (o Linux) en nuestro Mac hay que pensarlo dos veces. Es muy probable que esos programas "solo para Windows" que necesitas puedan funcionar perfectamente en un Windows virtualizado, ya sea con el gratuito VirtualBox (por si la excusa es "la cuestión precio"), o bien con los comerciales VMware Fusion o Parallels. Además basta visitar los foros de ayuda de usuarios Apple para comprobar que Bootcamp, cuando funciona bien, funciona estupendamente, pero también es causa de problemas más a menudo de lo deseable.

Hay que tener en cuenta que la virtualización es perfectamente compatible con Bootcamp; podemos utilizar ambos sistemas de correr Windows en nuestro Mac. Es más: incluso se puede usar la misma instalación de Windows de forma nativa (Bootcamp) y virtualizada. La instalación es rápida y sencilla y podéis ver en este mismo blog las instrucciones para VirtualBox y para VMware.


Las VENTAJAS son más que interesantes:

No necesitas hacer particiones. Es decir, evitas el riesgo y complicaciones  que suponen hacer una partición en el disco interno.

Utilizas muchísimo menos espacio del disco duro. Ten en cuenta que los archivos y documentos pueden guardarse en las carpetas de Mac OS X.

Puedes "tener el Windows" en un disco externo si así prefieres (aunque se resentirá algo la velocidad de ejecución de Windows).

De hecho puedes tener varios Windows o Linux instalados, (XP, Windows 7, Debian, Suse…) lo cual es especialmente interesante para desarrolladores de software y de páginas web que deben "testear" su trabajo en diferentes entornos.

No tienes que reiniciar el ordenador cada vez para usar Mac OS X o Windows, lo cual es sin duda la mayor ventaja.

Puedes "suspender" la máquina virtual y evitar que Windows tenga que iniciar cada vez desde cero, incluso aunque apagues el Mac. En cuestión de segundos puedes tenerlo todo funcionando: aplicaciones, ventanas y documentos abiertos tal como los dejaste.

Puedes tener Mac OS X y Windows funcionando simultáneamente.

Puedes compartir carpetas y archivos entre "Mac" y "PC".

Puedes arrastrar archivos y carpetas entre  las ventanas del Mac y "las del PC" (esto sólo con VMware y Parallels; VirtualBox aun no lo soporta).

Puedes copiar y pegar entre las aplicaciones del Mac y de Windows.

Puedes trabajar con Windows a pantalla completa, dentro de una ventana o en los modos "Unity" o "Coherence" (según el software elegido).

Estos modos "Unity" o "Coherence" ocultan Windows y nos muestran de éste sólo las aplicaciones y utilidades abiertas integradas con el entorno de Mac OS X. Parallels incluso puede darles la apariencia del resto de ventanas de Mac OS X.

Si conectas al Mac un segundo monitor, puedes tener Mac OS X en un monitor y Windows en el otro.

Podemos tener a Windows aislado de internet, navegar sólo con Mac OS X y descargar desde éste los archivos que "el PC" necesite.

Todo el Windows instalado, con su configuración, actualizaciones, antivirus, programas, etc... es una simple carpeta o "paquete" de la que puedes hacer copia, y si Windows "empieza a dar problemas" no tienes más que restaurar la copia y todo queda como estaba; en cuestión de minutos.

Si vas a recurrir a Windows esporádicamente suele ser suficiente el gratuito VirtualBox. Pero si necesitas utilizarlo de forma habitual tal vez te convengan VMware Fusion ó Parallels. No olvidéis que es necesario instalar las "tools" que todos ellos facilitan de forma integrada, y que vienen a ser los "drivers" para que Windows "se entienda" con la máquina virtual y se pueda hacer todo lo que indicábamos antes.


Por supuesto, también hay INCONVENIENTES:

El rendimiento de una máquina virtual es inferior al del Mac iniciado de forma nativa con Windows (que se convierte así en "un buen PC pero de marca Apple"). Si bien muchísimas aplicaciones y utilidades funcionan a la perfección virtualizadas (incluidos Microsoft Office o Internet Explorer), muchos juegos y algunas aplicaciones necesitan exprimir al máximo el procesador y la tarjeta gráfica, y pueden funcionar lentamente o no funcionar en absoluto. En esto también influyen el software de virtualización que hemos elegido y el modelo de Mac. Pero recordemos que podemos utilizar ambos sistemas de correr Windows y elegir según las necesidades de cada momento.

Tampoco hay que olvidar que aunque virtualizado, se trata de un Windows real, por lo que es vulnerable a los virus y demás malware que afectan a este sistema operativo. Y ojo, aunque no es posible que un virus "infecte" al Mac, si que puede dañar los archivos de las carpetas que el Mac comparta con Windows. Así pues, es más que recomendable instalar un antivirus que no consuma muchos recursos, como Avast o AVG.

 Si ya dispones de una copia de Windows, descárgate VirtualBox (o cualquiera de los otros dos) y pruébalo primero. Te ahorrarás muchos dolores de cabeza.

lunes, 18 de abril de 2011

Mac OS X "Lion" mostrará mensajes de horror.

Parece mentira... y lo es.
El futuro sistema operativo de Apple Mac OS X 10.7 estará lo suficientemente optimizado para que sean prácticamente inexistentes los mensajes de error. En su lugar, y utilizando tecnologías de inteligencia atificial se mostrarán las "preferencias del sistema" como tales y no como mera configuración de parámetros, por lo que el sistema podrá mostrar su horror mediante mensajes como los mostrados en las capturas de pantalla.

sábado, 16 de abril de 2011

Cómo dividir un archivo en partes de menos de 4GB para copiarlo a un disco FAT32


Si queremos compartir un disco externo o un pendrive ("llavero USB") entre ordenadores con diferentes sistemas operativos (Mac OS X, Windows, Linux...) solemos mantener en éste el formato FAT32 que suele venir por defecto de fábrica. FAT32 permite que puedan leer y escribir datos en él la mayoría de ordenadores, algunos discos de red y discos multimedia, e incluso televisores y otros dispositivos.

Sin embargo, FAT32 tiene limitaciones, entre ellas que no permite copiar archivos de un tamaño superior a 4GB. Esto no tiene importancia si copiamos documentos ofimáticos (textos, hojas de cálculo, presentaciones) archivos de música (mp3, AAC...) o películas en formatos muy comprimidos (DivX; MPEG4...), pero nos impide por ejemplo, guardar grabaciones de video de cierta duración o imágenes de disco de más de 4GB (ISO, DMG...).

La solución consiste en dividir el archivo que queremos guardar en varios fragmentos o "trozos" de un tamaño inferior a esos 4GB, para posteriormente volver a crear un archivo único y completo partiendo de esos fragmentos.

HJ-Split es una utilidad que no sólo permite hacer esto fácilmente, sino que tiene otras grandes ventajas:
- Es una utilidad "freeware" gratuita
- Dispone de versiones para Mac OS X (Split & Concat), Windows (HJ-Split for Windows), Linux (HJ-Split for Linux) y otras plataformas.
- No requiere de instalación, es de pequeño tamaño y puede ser copiado en el mismo pendrive que contiene el archivo "troceado".


Evidentemente esto soluciona "el transporte" de un archivo de gran tamaño, incluso entre ordenadores con diferentes sistemas operativos, pero nos impide abrirlo directamente desde el disco.

Por supuesto no es necesario dividir el archivo en fragmentos, copiar esos "trozos" al disco FAT32, copiar de nuevo las diferentes partes en el otro ordenador y crear en éste el archivo completo. Podemos simplemente abrir la utilidad HJ-Split (Split & Concat en el Mac) y decirle que cree directamente los fragmentos en el disco externo (o pendrive); más tarde haremos que la utilidad parta de ellos para crear el archivo completo en el ordenador.


En las capturas de pantalla vemos como desde un Mac y con Split & Concat, dividimos un archivo de 8.42GB en varios archivos, que se crean en un disco externo formateado en FAT32. Para ello, debemos hacer clic en "Opciones" y hacer clic en la casilla "Seleccione una carpeta de resultados". Después podemos conectar el disco a un un PC con Windows (o Linux) y ejecutaremos HJ-Split  desde ese mismo pendrive, de modo que se "recompone" en el PC el archivo completo. Para hacer ésto seleccionaremos en "Input File" el primero de los fragmentos, y en "Output" el directorio donde debe aparecer el archivo.

martes, 12 de abril de 2011

Los podcasts más adictivos del mundo (3): El Arca de la Alianza


Si bien hasta ahora he recomendado podcasts basados en el diálogo o charla entre dos o más participantes, el formato de El Arca de la Alianza es el de la entrevista, en el que Daniel "Enigma" invita a su podcast tanto a amigos y conocidos versados sobre un tema, como a protagonistas o especialistas en temas de interés.

Y es la variedad de temas lo que hace realmente interesante este podcast. Es cierto que a veces planea sobre el podcast la sombra de la manzana, y de hecho Apple o alguno de sus productos son los protagonistas de algún episodio, pero podemos encontar entrevistas sobre asuntos tan diferentes como literatura, educación, legislación, telefonía móvil, software libre, creatividad, periodismo, legalidad en la red, cine, Ciencia Ficción, etc...

De este podcast puede surgir cualquier cosa, de hecho la primera intención de Daniel era llamarlo "La Caja de Pandora", pero como era de esperar el dominio ya no estaba disponible y acabó por llamarse El Arca de la Alianza al parecer por una acertada sugerencia de su mujer.

Paradójicamente, Daniel asegura que no le gusta su propia voz, pero es uno de los podcaster más "profesionales" que conozco, y consigue crear para sus invitados y sus oyentes un clima agradable y distendido. Recuerdo como especialmente interesantes los podcast:

(nr.72) Iniciación a  la Seguridad Informática, con David Hernández (dabo)

(nr.70) Electrónica Impresa, donde descubrimos que la empresa Vivainnova es pionera en esta sorprendente tecnología que permite imprimir componentes electrónicos como circuitos, displays, botones, etc... 

(nr. 65) Entrevista a Enrique Dans, el ubicuo Profesor y Director de Area de Sistemas de Información en el Instituto de Empresa.

(nr. 49) Divulgación Científica, con Ángel Rodríguez, el veterano de la radio convertido en podcaster.

(nr.36) Diseño y web, con la diseñadora Nacu, la queridisísima nacu del blog de Serantes.

(nr.34) El Cosmonauta, sorprendente e interesante proyecto, en el que llama mucho la atención el entusiasmo, energía y capacidad de persuasión de las invitadas.


Otros podcast adictivos:





domingo, 10 de abril de 2011

¿Has instalado Ubuntu junto a Windows y quieres que inicie con éste por defecto?

Si instalamos Ubuntu en nuestro PC, se nos ofrece la opción de instalarlo junto al sistema operativo ya existente (en nuestro ejemplo Windows 7). Esto nos permitirá elegir en el momento del arranque si iniciar el ordenador con Ubuntu o con Windows.


Pero para algunos usuarios resulta algo incómodo que la opción resaltada por defecto sea la de Ubuntu, y que si nos despistamos un momento veremos que transcurridos 10 segundos el ordenador inicia automáticamente con éste.

Esto se puede solucionar muy fácilmente mediante el llamado Administrador de Arranque de Ubuntu, panel de control que permite cambiar el sistema que queda resaltado por defecto así  como el tiempo antes del inicio. Pero puede que este Administrador de Arranque aún no esté instalado en tu ordenador.


Instalarlo es muy sencillo, ya que bastará utilizar en el Terminal (Aplicacione/Accesorios) el siguiente comando: sudo apt-get install startupmanager y pulsar Enter. Se nos pedirá la contraseña de administrador, lo introduciremos y volveremos a pulsar Enter


La captura de pantalla corresponde a un Ubuntu 10.10 instalado en un Sony Vaio y cuyo usuario administrador se llama también en el ejemplo sony.


Una vez finalizada la instalación veremos que si ahora vamos al menú Sistema / Administración tendremos disponible el Administrador de Arranque, que nos permitira seleccionar otro sistema operativo por defecto y si lo deseamos cambiar el tiempo de espera prefijado.


Tras reiniciar el ordenador veremos que la posición de Windows 7 sigue siendo la misma, pero ahora es éste el que aparece resaltado. Si no hacemos nada, transcurridos los segundos de espera el ordenador iniciará automáticamente con Windows.


lunes, 4 de abril de 2011

Encripta tu pendrive de modo compatible con Mac, Windows y Linux


Truecrypt es una utilidad opensource gratuita, fiable y ya con un largo recorrido (va por la versión 7) que permite encriptar y proteger con contraseña archivos, carpetas e incluso discos enteros (esto último sólo en Windows). Una de sus grandes ventajas es que es multiplataforma, lo que permite compartir datos protegidos entre ordenadores que corran Windows, Mac OS X ó Linux.

En el post  ya explicaba la forma de crear volumenes encriptados mediante Utilidad de Discos. Esto es perfectamente válido (e incluso más cómodo) si utilizamos solo Mac OS X. Pero aunque existen utilidades comerciales o "de pago" capaces de abrir en incluso crear imágenes de disco de Mac OS X (PowerISO  TransMac  MacDrive UltraISO ) con TrueCrypt podemos crear y utilizar directamente el mismo volumen encriptado tanto en Mac como en Windows o Linux.

TrueCrypt no puede -como si hace en Windows- encriptar volúmenes o directorios del disco de inicio de un Mac, aunque para esto el propio Mac OS X incluye FileVault. Por tanto voy a obviar esta función para centrarme en cómo salvaguardar nuestros datos en los discos USB externos o en los "llaveros USB" (pendrive) que podemos perder demasiado fácilmente y en los que es frecuente que llevemos fotos y datos personales, o datos y documentos de clientes, e incluso backups de contactos y correo.

Los datos podrán ser leídos en cualquier ordenador... siempre que se introduzca la correspondiente contraseña, claro.

Encontramos dos opciones: crear diferentes contenedores o imágenes de disco dentro del disco externo, o encriptar la unidad entera. TrueCrypt recomienda esta segunda opción solo a usuarios experimentados y en ella me voy a centrar, ya que también la considero la opción recomendable, entre otros motivos porque la encriptación del disco entero supone dar formato a éste. Además, los usuarios de Windows XP ó 2000 deben tener en cuenta que no podrán encriptar la estructura completa de los discos duros, ya que al parecer esto sólo se puede hacer con Vista y Windows 7.


¿Cómo se instala TrueCrypt?

En la página de descargas de TrueCrypt  encontraremos los instaladores para Mac OS X, Windows (7 / Vista / XP / 2000) y para Linux los paquetes standard y de consola, tanto para 32 como para 64 bit.

Para instalar TrueCrypt en Mac descargaremos la imagen de disco correspondiente, que en estos momentos es la llamada TrueCrypt 7.0a Mac OS X.dmg. Una vez montada la imagen de disco veremos el paquete instalador TrueCrypt 7.0a.mpkg. Una vez instalado veremos dentro de Aplicaciones la aplicación TrueCrypt.app (de la cual y como veremos luego, podemos hacer una copia en el pendrive).


Para Windows descargaremos el instalador TrueCrypt Setup 7.0a.exe. válido para Windows 2000, XP, Vista y WIndows 7.  La instalación es sencilla y solo hay que hacer un par de clics:


Los usuarios de Linux también lo tienen fácil, e incluso aquellos que no se encuentran cómodos con la consola verán con agrado que el paquete standard truecrypt-7.0a-x86.tar contiene el instalador truecrypt-7.0a-setup-x86, que solo requiere de un par de clics; al menos en Ubuntu 10.10:


¿Cómo creamos imágenes de disco encriptadas?

Crear contenedores de archivos encriptados.
La opción de TrueCrypt que nos permite crear diferentes "contenedores" en el disco externo o pendrive (o en nuestro disco duro) hace que se comporten como las imágenes de disco ISO o DMG, y nos permiten copiar en ellos archivos y carpetas, e incluso abrirlos directamente.

Definiremos el nombre y capacidad del "disco", y estableceremos una contraseña segura.
Posteriormente y desde TrueCrypt, elegiremos la imagen de disco que queremos utilizar, y "la montaremos" de modo que aparecererá en nuestro ordenador como si fuera un pendrive real.

El procedimiento es idéntico en todos los sistemas operativos, con la salvedad de que con Windows habrá que asignar una letra a la unidad  a montar (la imagen de disco elegida), mientras que en Mac OS X y en Linux asignaremos un "número". Como se vé en las capturas de pantalla, el modo en que aparecen las opciones es muy similar:



UNO.-
Iremos al menú Tools y elegiremos la opción Volume Creation Wizard (asistente para la creación de volúmenes encriptados)

DOS.-
Se nos ofrecen dos opciones: crear un contenedor encriptado de archivos (Create an encrypted file container) o crear un volumen en una partición o unidad (Create a volume within a partition/drive). Como ya he dicho mas arriba elegiremos la primera opción.

TRES.-
Ahora se nos ofrecen de nuevo dos posibilidades: crear un volumen TrueCrypt standard (Standard TrueCrypt volume) o bien crear un volumen TrueCrypt oculto (Hidden TrueCrypt volume). "Oculto" quiere decir que no será visible en el listado de archivos y carpetas del disco. En este caso también elegiremos la primera opción.

CUATRO.-
A continuación deberemos elegir el directorio o carpeta donde debe ser creado y el nombre que queremos darle.

CINCO.-
En las opciones de encriptación podemos dejar los valores por defecto: Algoritmo de encriptación AES y RIPEMD-160 como hash del algoritmo.

SEIS.-
Es ahora cuando establecemos el tamaño o capacidad de almacenamieno de la imagen de disco, ya sea en KB, MB ó GB.

SIETE.-
En ese paso introduciremos y confirmaremos la contraseña para abrir esa imagen de disco en concreto.

OCHO.-
Si queremos que tanto Mac OS X, como Windows o Linux puedan escribir datos será necesario dar un formato compatible con todos ellos, es decir: FAT

NUEVE.-
Ya solo queda hacer clic en Format (dar formato) para que comience la creación de la imagen de disco con las opciones elegidas.


 


Abrir contenedores encriptados de archivos.
Si queremos "montar" el contenedor o imagen de disco TrueCrypt solo hay que:

UNO.-
hacer clic en el botón Select File (seleccionar archivo) y buscar y seleccionar el contenedor que queremos abrir

DOS.-
una vez seleccionado, elegiremos un "número de unidad" (Mac OS X y Linux) o una "letra de unidad" (Windows)

TRES.-
Haremos clic en Mount, con lo que se nos solicitará la contraseña establecida para ese contenedor.

CUATRO.-
Al hacer clic en OK se montará la imagen de disco como si se tratara de un pendrive o disco externo.

Si cerramos la aplicación TrueCrypt el volumen se desmontará automáticamente, aunque también podemos hacer esto con el botón "dismount" (desmontar).



¿Y si el ordenador no tiene instalado TrueCrypt?

La versión para Windows muestra en Tools la opción Traveller Disc Setup, que crea un directorio en el disco externo o pendrive con la aplicación y los archivos necesarios para ejecutar la aplicación TrueCrypt aunque ésta no esté instalada en el ordenador (este es otro motivo por el cual prefiero el método descrito a la encriptación de toda la unidad, pues esto no permitiría utilizar el pendrive desde un ordenador que no tuviese ya instalado TrueCrypt en su disco de inicio). La versión para Mac OS X no muestra esta opción; sin embargo, he comprobado que basta con copiar la aplicacion TrueType.app de Aplicaciones al pendrive para que ésta funcione en un Mac aunque éste no la tenga instalada en el disco duro.


¿Hasta qué punto es seguro TrueCrypt?

En el apartado FAQs de la web de TrueCrypt se asegura que, si se desconoce la contraseña es prácticamente imposible, y que de hecho "ni el FBI fué capaz de desencriptar un volumen TrueCypt después de un año de intentos".

Por supuesto, "si se desconoce la contraseña". Y el punto débil está en los usuarios que utilizan para su contraseña términos que son susceptibles de ser descubiertos mediante "ingeniería social", es decir: fechas (cumpleaños, aniversarios, nacimiento de hijos), nombres de hijos o de mascotas, direcciones, números de teléfono e incluso secuencias numéricas (12345) o de letras (ABCD). Recordad: palabras no existentes en los diccionarios, combinar cifras, letras (mayúsculas y minúsculas) y símbolos, y utilizar al menos ocho caracteres.