jueves, 28 de abril de 2011

Ubuntu, cada vez más parecido a Mac OS X y más familiar para los usuarios de Mac.


Ubuntu 10.10 "recién instalado".

La primera captura de pantalla corresponde a la última versión de Ubuntu Linux (10.10), con la interfaz y apariencia ofrecidos por defecto tras su instalación. La segunda captura de pantalla, aunque resulte sorprendente, también es el mismo Ubuntu 10.10 al cual se ha aplicado un "tema" llamadao Macbuntu que imita la interfaz de Mac OS X Leopard. Es un tema que se instala muy fácil y rápidamente, y sorprende la similitud con la interfaz de Apple, ya que se imita incluso el funcionamiento del "clon del  Dock", aunque personalmente me parece que es llevar las cosas un poco lejos.

...y esto no es Mac OS X; también es Ubuntu 10.10

De hecho, su uso puede ser desconcertante, ya que parece Mac OS X... sin ser realmente Mac OS X. Es más: puede desconcertar tanto a los usuarios habituales de Ubuntu como a los de Mac, ya que la ubicación de menús y opciones puede no corresponder ni con uno ni con otro sistema operativo, y tareas que forman parte de la llamada "experiencia de uso" como el "arrastrar y soltar" tan bien integrado en Mac OS X, o no están disponibles o funcionan de forma diferente en este "Ubuntu maquillado".

Ubuntu 10.10 y el auténtico Mac OS X Snow Leopard.

Pero en esta entrada no me voy a referir a los temas existentes para Ubuntu y otras distribuciones de Linux que imitan la apariencia de menús, ventanas y el Dock de Mac OS X, sino a los últimos temas por defecto del mismo Ubuntu. Y las similitudes no existen por casualidad ni por un inconfesado intento de imitación. El mismo Mark Shuttleworth, "turista espacial" y responsable de Canonical (la empresa desarrolladora de Ubuntu) ya dijo de forma explícita durante la O’Reilly Open Source Convention, que quiere que Ubuntu acabe teniendo un diseño tan acabado y pulido como el de Mac OS X, y prestaciones como mínimo similares. Es decir, que para ello va a poner muchos de sus millones a disposición de programadores de OpenGL, librerías GTK, Qt, el servidor de ventanas X, o los entornos GNOME y KDE. Canonical quiere crear un entorno atractivo y consistente, y poco a poco va dando los pasos necesarios en ese sentido. De hecho, en el reciéntemente aparecido Ubuntu 11.04 aún se ha cuidado más el diseño e interfaz.


Para los usuarios de Apple o de Microsoft, Linux siempre ha sido un sistema operativo espartano y para iniciados en el que, para su uso era imprescindible teclear constantemente largas y complicadas líneas de comandos, lo que lo hacía poco atractivo. Pero en la actualidad, y sobre todo para un usuario de Mac, la interfaz de Ubuntu resulta cada vez más familiar, atractiva y amigable. Esto es claramente visible desde el momento de la facilísima instalación, en el que las sucesivas pantallas recuerdan mucho el proceso de instalación de Mac OS X.

Ubuntu permite instalar aplicaciones desde "repositorios" online.


Una vez instalado, muchos detalles en los menús y ventanas, desde la polémica nueva ubicación de los botones en la esquina izquierda de las ventanas ("a la Apple"), así como la forma en que se muestran opciones y directorios hacen que el usuario proveniente del mundo Apple considere bastante intuitiva esta distribución de Linux. Por ejemplo, para los usuarios de Mac  la integración de la App Store en el sistema operativo es una novedad, pero la instalación de aplicaciones desde repositorios online es algo que ya existe desde hace años en Linux. Y no sólo funciona perfectamente, sino que aqui también está contemplada la desinstalación.

Shotwell no es iPhoto, pero cumple su cometido muy dignamente.

Recordemos además, que el cercano parentesco del FreeBSD/Unix sobre el que se basa Mac OS X y Linux, hace que la estructura de carpetas y directorios sea similar. Incluso la gestión de usuarios y permisos, y las herramientas incluidas en el mismo sistema tengan muchos puntos en común. Quede claro que no pretendo equiparar Mac OS X y Ubuntu. Si alguien espera encontrar en éste un iTunes, un iMovie o un Keynote preinstalados puede sentirse defraudado ya que las correspondientes aplicaciones de esta "distro" de Linux no tienen ni la potencia ni las funcionalidades ni una interfaz tan elaborada, pero pueden cumplir perfectamente su función, y tal vez veamos que Shuttleworth consigue cambiar las cosas.

Rhythmbox tampoco es iTunes, pero más de uno preferiría esta simplicidad.

Si ya estamos habituados al Mac, y necesitamos un netbook para tareas básicas pero preferimos no usar Windows, debiéramos valorar la posibilidad de utilizarlo con un Linux que no se alejara demasiado de la experiencia de usuario de Mac OS X, como puedan ser Ubuntu o Linux Mint. Una opción muy interesante, sobre todo si estamos dudosos, es la posibilidad de instalar Ubuntu junto al Windows ya instalado, y de iniciar el ordenador con uno o con otro según se prefiera o necesite en cada momento.







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