miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿Quieres instalar MacOS 9 en tu nuevo Mac con procesador Intel?

¿Te gustaría poder utilizar MacOS 9 en tu nuevo Mac con procesador Intel? ¿Aún conservas tu colección de CDs de Macworld, MacUser, MacFormat o MacByte? ¿Te gustaría volver a ejecutar esas viejas aplicaciones para Mac anteriores a la aparición de Mac OS X?
¿Y cómo es posible esto?
Pues gracias a SheepShaver, un software que permite emular MacOS 9 en una ventana de Mac OS X. En principio sería necesario disponer de un disco de instalación de OS 9, conseguir la ROM de un PowerMac, etc… pero todo resulta sorprendentemente sencillo gracias a una versión o "paquete" que nos lo da ya todo todo hecho.
En uno de los hilos del foro de Puromac, nos ponen sobre la pista de una versión específica o "paquete" de SheepShaver que analizan estupendamente en un artículo de faq-mac. El link de descarga que nos facilitan de la versión llamada "Chubby Bunny" es éste.Se trata de una imagen de disco con Mac OS 9.0.4 pre-instalado y plenamente funcional. Para algunos puede ser un inconveniente que el sistema OS 9 instalado esté en inglés, pero para ejecutar viejas aplicaciones y juegos no hay que saber traducir a Shakespeare.
Como explican en la página oficial de SheepShaver, si bien no con este paquete, también es posible instalar desde MacOS 7.5.2 hasta MacOS 9 en ordenadores con Unix con X11 (Linux i386/x86_64/ppc, NetBSD 2.x, FreeBSD 3.x), Windows NT/2000/XP y BeOS R4/R5 (PowerPC).
¿Cómo se instala?
Una vez descargado el archivo comprimido "zip" , veremos que está compuesto de una aplicación y varias imágenes de disco. Sólo hay que descomprimir éstas y ubicar todo en la carpeta "compartido" dentro de Usuarios. ¡Y ya está! No es necesario utilizar las tres imágenes de disco facilitadas; podemos copiar sólo una. Si abrimos el archivo "NewOS" aparecerá un mensaje informativo que podemos obviar.
La propia carpeta "Compartido" dentro de Usuarios será vista desde OS 9 como un disco externo llamado "Unix", y podremos acceder a los archivos desde ambos sistemas operativos.

Una vez descomprimido el archivo "zip"encontraremos las tres imágenes de disco y la aplicación "Classic.app". No es necesario utilizar los tres discos.
Para iniciar OS 9 haremos doble clic sobre la aplicación "classic". Veremos arrancar éste dentro de la ventana de SheepShaver. Sorprende mucho la velocidad de ejecución, como en un viejo Mac "de verdad", y veremos que funcionan sonido, red e internet y que los CD que introduzcamos montan tanto en el escritorio de Mac OS X como en el de MacOS 9. Esto último a veces falla, pero podemos salir del paso copiando el contenido del CD desde Mac OS X a la carpeta "Compartido".
El antes omnipresente Wordperfect. En el Escritorio vemos los discos montados.
¿Pero funciona todo, todo?
Se trata de un MacOS 9 real instalado en una imagen de disco, pero el hardware no es evidentemente el de un viejo PowerPC sino que es emulado. Aunque como bien dicen en faq-mac al sistema se le asignan 256 MB de RAM, lo cual, para un ordenador de la época era mucha RAM. Si bien todas las aplicaciones de tipo ofimático y de diseño que he probado funcionan perfectamente, podemos encontrarnos con algunos juegos que no funcionen correctamente o que ni siquiera inicien. Como veis, he colocado unas capturas de imagen de algunos de los programas y juegos que en mi caso han funcionado correctamente.
Adobe Livemotion, discontinuado por Adobe en favor de Flash al comprar Macromedia.
Algunos recordaréis los paisajes 3D de Bryce o Pagemill uno de los primeros editores web visuales.
No tengo viejos CD… ¿de dónde saco el software?
En internet existen varios sitios donde descargar software para MacOS 9. Recordad que puede ser necesario recurrir a Stuffit Expander (disponible por ejemplo, en Pure-Mac ( http://www.pure-mac.com/olden.html ) para descomprimir los archivos que viene en formato tipo .sit. Podéis buscar, por ejemplo en JagshouseUMichOld AppsVintage Mac Software o Low End Mac.

¿Sería capaz el venerable Netscape de visualizar correctamente los sitios web de hoy?


¿Recordáis alguno de estos juegos que venían incluidos en los CD de ciertas revistas?



martes, 21 de septiembre de 2010

Cómo reinstalar Mac OS X sin perder nuestros datos.

Aunque cada vez sea menos habitual, puede ser necesario volver a instalar Mac OS X, el sistema operativo de nuestro ordenador Apple. Tal vez sea por recomendación del servicio técnico, de "ese amigo que sabe", o por iniciativa propia, y normalmente porque nuestro Mac deja de comportarse como debiera o incluso deja de ser utilizable. Aunque esto de "reinstalar el sistema" pueda asustar a muchos usuarios y parecerles algo complicado y peligroso, ni es difícil ni supone que vayamos a perder los documentos, fotos, música o películas que hayamos ido atesorando en nuestro Mac. Si bien a los usuarios más "avanzados" puede parecerles más interesante intentar averiguar primero qué puede ser aquello que está causando problemas y se resiste a ser solucionado (teniendo esto la ventaja de que uno aprende mucho sobre Mac OS X) ello requiere de mucho tiempo y de ciertos conocimientos previos.
Antes de seguir, perdonad la mala calidad de las fotos del proceso de instalación, ya que no se pueden hacer capturas de pantalla del modo convencional.

¿Qué debemos tener en cuenta antes de instalar?
Toda precaución es poca; siempre hay que hacer una copia de seguridad de nuestros datos más importantes. En mi opinión, todo usuario de Mac debiera disponer de un disco duro externo en el que poder "clonar" o duplicar el contenido del disco duro interno de su ordenador.
Recurrir a Time Machine y sus copias de seguridad es también una solución, aunque los paranoicos como yo lo consideramos un complemento al clonado y no "la única solución".
Pero si no disponemos de disco externo y la reinstalación es muy urgente, deberemos grabar lo más importante en CD, DVD o en el espacio disponible en algún disco duro externo dedicado a otra cosa o que nos pudieran prestar.

¿Qué debemos copiar "por si acaso".
Puesto que el sistema operativo va a ser reinstalado no es necesario hacer una copia de éste pero debemos tener cuidado en copiar los datos de nuestra "carpeta de usuario". Dentro del disco duro existen cuatro carpetas principales: Sistema, Librería, Aplicaciones y Usuarios. Dentro de ésta última carpeta veremos la carpeta de nuestro usuario, aquel con cuyo nombre iniciamos sesión en nuestro ordenador. Es aquí donde deberían estar todos nuestros documentos, fotos, música, películas, etc. Obviamente, si otros usuarios inician sesión en el mismo ordenador, también habría que copiar las respectivas carpetas.
 
Recordemos, si se trata de un portátil, conectar éste a la fuente de alimentación y no utilizar sólo la batería. Si es un ordenador de sobremesa tipo iMac o MacPro y en nuestra zona se dan frecuentes cortes en el suministro eléctrico elegiremos un horario en el que esto sea menos habitual; y si podemos utilizaremos un SAI. Un corte eléctrico en plena instalación puede causar graves problemas.


REINSTALANDO Mac OS X Leopard (10.5…)

Iniciando con el DVD de instalación.
Una vez con nuestros datos a salvo, insertaremos el DVD de instalación en nuestro Mac y reiniciaremos, o "re-bootearemos" éste. Inmediatamente mantendremos pulsada la tecla "C" para forzar al Mac a iniciar desde el DVD, y no desde el disco duro. Tras varios segundos aparecerán en pantalla las ventanas del instalador del sistema.
Lo primero que debemos hacer es seleccionar el idioma.

Verificar el estado del disco duro.
En el momento en que aparezca la barra de menús superior, podemos ir a "Utilidades" y seleccionar "Utilidad de Discos". No está de más que con "primera Ayuda" verifiquemos el estado de los archivos del sistema y del disco duro en el que vamos a reinstalar Mac OS X. Para ello seleccionaremos nuestro disco duro y haremos clic en el botón "Reparar". No es extraño que aparezca algún error y que éste sea reparado.

Junto con la pantalla de bienvenida aparecerá la barra de menús superior en la que podremos seleccionar la "Utilidad de discos" para comprobar el disco duro


Pero ¿y si no se puede reparar el disco?
Si "Utilidad de Discos" encuentra problemas pero no puede solucionarlos hay que ser muy precavidos, ya que la causa podría ser un problema de "hardware" o físico del propio disco duro. Debiéramos desistir de hacer la instalación del modo previsto (preservando nuestros datos) e intentar una instalación desde cero tras el borrado completo del disco. Si esto tampoco funciona y resulta necesario sustituirlo, agradeceremos haber hecho previamente la copia de seguridad.

Seleccionando el icono del disco duro podemos hacer clic sobre los botones "Reparar los permisos del disco" o "reparar disco"

Reparar permisos.
Antes de comenzar la instalación también es recomendable hacer una reparación de permisos desde la misma "Utilidad de discos". Al igual que en "reparar", seleccionaremos nuestro disco duro y haremos clic en el botón correspondiente (Reparar permisos). Cuando la reparación de permisos termine cerraremos "Utilidad de Discos", regresando al instalador.

Tras aceptar el contrato de licencia podemos elegir el disco en el que vamos a hacer la instalación. En este caso se muestran los discos utilizados para "backup" y Time Machine.

Elegir uno de los tres tipos de instalación disponibles en Leopard.
Una vez iniciada la instalación veremos que en Leopard existen tres modos de instalación: Archivar e instalar, Archivar e instalar guardando ajustes de red y datos de usuario, y Borrar e instalar:

Llegados a este punto podemos elegir el tipo de reinstalación que vamos a hacer.
Actualizar.
Esta opción aparecerá atenuada ya que lo que vamos a hacer es instalar de nuevo la misma versión de sistema operativo ya existente en el ordenador. Pero si el DVD de instalación correspondiera a una versión posterior a la ya instalada podríamos seleccionar ésta opción. El nuevo sistema operativo reemplazaría al antiguo pero no alteraría los datos de las carpetas de usuarios.

Archivar e instalar, pero sin guardar los ajustes de red y usuarios.
El instalador moverá el sistema operativo existente a una nueva carpeta llamada "Previous System"(sistema anterior) e instalará un nuevo sistema operativo. Los datos de usuario también serán movidos a esa carpeta. Será necesario volver a configurar nuestra conexión de red y a internet y crear de nuevo los usuarios, como cuando encendimos el Mac por primera vez.

Archivar e instalar, guardando los ajustes de red y usuarios.
El instalador moverá el sistema operativo existente a una nueva carpeta llamada "Previous System"(sistema anterior) e instalará un nuevo el sistema operativo. Pero si hemos activado la casilla "guardar los ajustes de red y datos de usuario" se mantendrá nuestra configuración de red e internet y la carpeta "Usuarios" quedará tal como estaba. Si todo va bien, no se habrá borrado ningún dato de usuario (documentos, música, películas, correo, etc.) Esta suele ser la opción más recomendable y utilizada.

Borrar e instalar.
Se borrará todo el contenido del disco duro y se instalará el sistema operativo "desde cero". El ordenador quedará prácticamente como venía de fábrica. Si no hemos copiado antes nuestros datos en algún sitio lo habremos perdido todo.

En "personalizar" seleccionaremos qué componentes queremos añadir o quitar de la instalación. Muchos deseleccionarán las impresoras que no van a usar y dejarán como idiomas solo el español y el inglés (que siempre se incluye por defecto).

Antes de comenzar la instalación, se iniciará automáticamente una comprobación del buen estado del DVD de Mac OS X correspondiente para evitar errores.

¿Qué hacemos después de reinstalar?
Tras la reinstalación será necesario volver a instalar las últimas actualizaciones de Mac OS X. Podemos ir al "menú de la manzana" y seleccionar "Actualización de software". De este modo el Mac se conectará a internet y buscará los paquetes necesarios, pudiendo hacer el proceso automáticamente. Personalmente prefiero ir a la página de descargas de Apple y guardar en el ordenador la última actualización "combo". Recordemos que las actualizaciones de este tipo contienen en un solo instalador todas las actualizaciones previas. De este modo podemos actualizar directamente desde un Mac OS X "Leopard" 10.5 hasta la versión 10.5.8, o desde el Mac OS X "Snow Leopard" 10.6 hasta su última versión.
A continuación no está de más hacer una "reparación de permisos". Para ello volveremos a recurrir a "Utilidad de Discos", haremos clic sobre el icono del disco duro en el que hemos reinstalado el sistema y haremos clic en el botón "Reparar permisos".

Si bien la mayoría de las aplicaciones y utilidades funcionarán normalmente, algunas deberán ser reinstaladas de nuevo o solicitarán el registro o introducción del número de licencia.

Si comprobamos que todo parece funcionar bien podemos borrar la carpeta llamada "Previous System"(sistema anterior).


REINSTALANDO Mac OS X Snow Leopard (10.6…)

La reinstalación con Snow Leopard es aún más sencilla que con Leopard.
Una vez con nuestros datos a salvo, insertaremos el DVD de instalación en nuestro Mac y reiniciaremos, éste. Mantendremos pulsada la tecla "C" para forzar al Mac a iniciar desde el DVD. Tras varios segundos aparecerán en pantalla las ventanas del instalador del sistema.

En Snow Leopard podemos acceder a "Utilidad de discos" desde el primer momento.

Verificar el estado del disco duro.
La barra de menús superior aparece inmediatamente en Snow Leopard. Podemos ir a "Utilidades" y seleccionar "Utilidad de Discos". También es recomendable que con "Primera Ayuda" verifiquemos el estado del disco duro en el que vamos a reinstalar Mac OS X. Como siempre, seleccionaremos nuestro disco duro y haremos clic en el botón "Reparar"

Reparar permisos.
Antes de comenzar la instalación también se puede hacer una reparación de permisos desde la misma "Utilidad de discos", aunque al parecer esto ya lo hace de forma automática el instalador. Al igual que en "reparar", seleccionaremos nuestro disco duro y haremos clic en el botón correspondiente (Reparar permisos). Cuando la reparación de permisos termine cerraremos "Utilidad de Discos", regresando al instalador.

Puesto que no se nos ofrecen diferentes opciones de instalación, si deseáramos hacer ésta "desde cero" habría que borrar el disco duro desde "Utilidad de discos".

Pero... ¿dónde están los diferentes tipos de instalación en Snow Leopard?
Si en Leopard existen tres modos de instalación: Archivar e instalar, Archivar e instalar guardando ajustes de red y datos de usuario, y Borrar e instalar; en Snow Leopard no aparecen éstas opciones. Apple ha querido simplificar la cosa al máximo, y si instalamos lo hará por defecto de modo similar a "Archivar e instalar guardando ajustes de red y datos de usuario". Si queremos borrar o formatear el disco duro, deberemos hacerlo previamente mediante "Utilidad de Discos".

Muchos usuarios querrán activar la casilla de "Rosetta", que permite utilizar en nuestro Mac con Snow Leopard aplicaciones ya antiguas. Del mismo modo, algunos preferirán añadir Quicktime 7 a la instalación, ya que por defecto se instala el nuevo Quicktime X.

¿Qué hacemos después de reinstalar?
Al contrario que en Leopard, en Snow Leopard no será necesario volver a instalar las últimas actualizaciones de Mac OS X, tras la reinstalación, ya que el instalador conserva éstas, a menos obviamente, que hayamos borrado o formateado el disco duro. Si fuera éste el caso, descargaremos en el ordenador la última actualización "combo" (personalmente lo recomiendo así) o iremos a "Actualización de software" en el menú "de la manzanita".

A continuación podemos hacer una "reparación de permisos". Para ello volveremos a recurrir como siempre a "Utilidad de Discos", haremos clic sobre el icono del disco duro en el que hemos reinstalado el sistema y haremos clic en el botón "Reparar permisos".

La mayoría de las aplicaciones y utilidades funcionarán normalmente, y será poco frecuente que deberán ser reinstaladas de nuevo o soliciten la introducción del número de licencia.

NOTA IMPORTANTE (Enero 2018)
Se debe tener en cuenta que esta entrada fue redactada en 2010. Algunos procedimientos de reparación o reinstalación del sistema operativo han variado para las versiones y dispositivos actuales. Os remito a entradas más recientes, como:
"Cómo reinstalar macOS sin perder nuestros datos... hoy"

lunes, 13 de septiembre de 2010

Cómo clonar el disco duro del Mac.


¿QUE ES CLONAR EL DISCO DURO?
Cuando se habla de realizar copias de seguridad o "backups" de un ordenador suele surgir el término "clonar". Cuando se habla de "clonar el disco duro" nos referimos a copiar el contenido completo de un disco duro en otro, pero no sólo los archivos y carpetas, sino también la forma en que éstos están organizados. Es decir, duplicamos en un disco la estructura completa de otro.

El proceso puede tardar entre media hora y varias horas, dependiendo del volumen de datos a copiar. Obviamente el disco en el que copiamos debe tener como mínimo una capacidad igual a la del volumen total de datos guardados en el disco a copiar, pero no es necesario que sea del mismo "tamaño".

Con esto conseguimos que el nuevo disco funcione de modo idéntico al original, lo cual supone que no sólo podremos hacer que el ordenador arranque o inicie desde él , sino que también lo hagan todas las aplicaciones y utilidades, y además con la misma configuración, actualizaciones, los mismas licencias activas ….todo exactamente igual.

Queda clara la enorme ventaja de este sistema "de copia de seguridad". Si tenemos la precaución de hacer "clonados" con cierta regularidad, y el disco duro de nuestro ordenador sufre un fallo mecánico o de hardware que lo inutiliza, o el sistema operativo queda dañado de algún modo, dispondremos de una copia desde la que iniciar el ordenador y seguir trabajando normalmente en cuestión de minutos. Una vez salvada la urgencia de la situación no habrá mas que hacer "el clonado" a la inversa (desde la copia al original), en caso de que fuese un problema con el sistema operativo. Por supuesto, si se tratara de un problema mecánico sería necesario reemplazar previamente el disco dejado por uno nuevo.
¿CON QUÉ CLONAMOS?
Aunque existen varias utilidades que hacen copias idénticas, las más específicas y utilizadas son SuperDuper, utilidad shareware que requiere el pago de licencia para utilizar ciertas funciones y Carbon Copy Cloner, que es gratuita y se financia mediante la inserción de banners de publicidad. Ambas son muy fáciles de usar, no requieren de instalación (sólo copiar la aplicación) y permiten hacer la copia "online", es decir que se pueden utilizar habiendo iniciado desde el sistema operativo instalado en el disco a copiar. Otras, por el contrario, requieren iniciar desde un CD o desde otro disco duro.
NO PRESCINDAMOS DE OTRAS FORMAS DE HACER BACKUP.
Sin embargo, el clonado del disco duro no reemplaza las funciones de Time Machine o de las utilidades de backup que copian regular y automáticamente los documentos que vamos guardando en nuestro ordenador, ya que si hacemos "clonados" una vez a la semana -o con una frecuencia mayor- habremos perdido todo el trabajo realizado los últimos días, ya que tendremos el ordenador en el estado en el que se encontraba en el momento de la última copia. En una entrada anterior de este blog comento las ventajas de Tri-Backup, mi utilidad de backup favorita.

En principio, cada vez que clonamos el disco "A" en el disco "B" el contenido de éste es reemplazado completamente por la última copia, y a menos que dispongamos de varios discos duros externos en los que ir haciendo la operación, sólo dispondremos de un único "estado" del disco de nuestro ordenador.

Teniendo en cuenta esto, y puesto que un clonado completo puede tardar horas, SuperDuper y Carbon Copy Cloner permiten hacer tras el primer clonado una "copia incremental". Es decir, después de haber copiado la primera vez el disco entero, en las siguientes operaciones sólo copiará los archivos y carpetas que se hayan añadido en el original y falten en el backup. De este modo tardan mucho menos en hacer la operación y nos facilitan hacerlo con mayor frecuencia. Aún así, tampoco debiéramos prescindir de Tri-Backup o similares, ya que éstos pueden "guardar" los archivos y carpetas que hayamos borrado por error o accidente y recuperarlos de nuevo, cosa que no puede hacer SuperDuper, aunque Carbon Copy Cloner ha incorporado esta posibilidad de forma limitada: existe la opción de que guarde en una carpeta del disco clonado los archivos y carpetas que han desaparecido del disco original.
CLONAR EN UNA PARTICIÓN.
Hasta ahora hemos supuesto el clonado en discos duros de una única partición. Recordemos que en un disco duro siempre existe al menos una partición, del mismo modo que una casa tiene al menos una estancia o habitación. Los archivos y carpetas están así contenidos en una única estructura de datos. Pero como sabemos, es posible "particionar" un disco duro de modo que tengamos dos, tres o más "particiones". Así, aunque físicamente sólo exista un único disco duro real, nuestro Mac puede considerar cada partición como un disco duro independiente, que se puede borrar, formatear o clonar sin afectar al contenido de las demás particiones. Esto es interesante, ya que podemos clonar el disco interno de nuestro ordenador no a un disco duro completo, sino a una partición de éste.
Si queremos clonar nuestro disco de arranque a una partición debemos tener en cuenta un importante detalle: las diferentes particiones pueden estar formateadas de diferente modo, pero todas están contenidas dentro de una estructura llamada "tabla de particiones". La "Utilidad de Discos" del Mac permite trabajar con tres tipos de tablas de particiones: las de tipo GUID que son las que necesitan los ordenadores con procesador INTEL para iniciar, las de tipo "Mapa de particiones Apple<", que son las que necesitan para arrancar los Macs con procesador PPC, y las tipo MBR (Registro Maestro de Arranque) que utilizan los PC. Si queremos, por tanto, crear un clon de nuestro disco duro en una partición, y que se pueda arrancar el ordenador desde ésta, debe estar contenida en una tabla de particiones del tipo adecuado.

CLONAR EN UNA IMAGEN DE DISCO (.dmg)
Por otro lado, SuperDuper y Carbon Copy Cloner también pueden "clonar a una imagen", es decir no copian a un disco duro o partición de éste, sino que crean un archivo de imagen tipo "dmg" (de "disk image") como un archivo más de los existentes en el disco de destino. Esto sirve para guardar el contenido de varios discos duros en uno de gran tamaño, pero no es recomendable hacerlo con nuestro disco de arranque ya que no podemos iniciar o arrancar el ordenador desde una imagen de disco.

OJO CON EL TIPO DE CONEXIÓN DEL DISCO EXTERNO.
Debemos tener en cuenta que si nuestro ordenador tiene cierta antigüedad y no dispone de procesador INTEL sino de tipo PowerPC (G5 y anteriores), solo podrá arrancar desde discos externos conectados mediante cable Firewire. Sin embargo, los más modernos, pueden iniciar tanto desde discos conectados mediante USB como Firewire.

¿DONDE CLONAMOS?
Veamos ahora diferentes tipos de escenarios en los que podríamos encontrarnos y qué opciones tendríamos. Ante de nada, recordemos que no es nada recomendable hacer dos particiones en el disco original para clonar de una a otra, ya que si se produce un fallo mecánico éste afecta por igual a ambas particiones y perderíamos todo.

Lo más habitual es clonar el único disco interno de nuestro portátil o iMac en un disco externo conectado mediante un cable USB. Este disco externo deberá tener una capacidad igual o superior al total del volumen de datos grabados en el disco original. Es decir, podemos clonar nuestro disco duro de 500GB en un disco externo de 120GB si en el primero hemos utilizado menos de esos 120GB. Es habitual que el disco externo del que disponemos sea mucho mayor y consideremos un "desperdicio" no utilizar el espacio sobrante. Una de las soluciones sería hacer dos particiones en ese gran disco: una para "clonar" y que nos permitiría iniciar el ordenador desde ella, y otra para utilizar con Time Machine. Si no queremos comprometer ambas copias en el mismo hardware -cosa muy razonable- habría que recurrir a un segundo disco externo. Pero lo que no es nada aconsejable es utilizar el mismo disco duro "físico" para nuestra única copia de seguridad y para utilizar y guardar datos en él de forma habitual.

INICIAR DESDE EL DISCO CLONADO.
Como ya hemos visto, si surge algún problema grave con nuestro disco duro o su sistema operativo, deberemos conectar el disco externo en el que hemos hecho el "clon" y reiniciaremos el Mac manteniendo pulsada la tecla "alt" (opción) hasta que aparezcan los iconos de los discos duros con sistema operativo instalado que el Mac reconoce. Haremos clic sobre el icono del "clon" y el ordenador arrancará con este disco externo …si todo va bien, claro. Siempre hay que comprobar que la copia del disco puede ser utilizada para iniciar el ordenador para evitar así sorpresas desagradables.

HACER EL CLONADO "A LA INVERSA".
Una vez el ordenador ha iniciado podemos trabajar con él, aunque más lentamente al tratarse de un disco externo, pero antes, y si el disco original nos deja acceder a su contenido, deberíamos rescatar y copiar los archivos creados o guardados tras el último clonado. Si no fuera posible, habría que intentar "reparar" el disco con la Utilidad de Discos incluida en Mac OS X. Si con ésta no es posible habría que recurrir a utilidades de reparación de terceras partes.
A continuación, si el problema no parece "físico" o de hardware, podemos hacer el clonado a la inversa, del disco externo al disco interno, con lo que nuestro ordenador quedaría de nuevo plenamente operativo. Ojo, no olvidemos los archivos rescatados que ahora sólo están en el disco externo; debemos guardarlos antes del siguiente clonado.

CLONAR DIRECTAMENTE DE UN MAC A OTRO.
En determinadas circunstancias es muy interesante la posibilidad de iniciar el Mac en "modo Firewire" o "modo disco de destino", algo sólo posible en aquellos que disponen de conexión Firewire. Si mantenemos pulsada solamente la tecla "T" (de "target") al arrancar el ordenador, éste lo hará como un simple disco duro con conexión Firewire y sin utilizar el sistema operativo. En lugar del Escritorio, menús y ventanas veremos en la pantalla tan solo un gran icono con el símbolo de "Firewire". Si está conectado a otro Mac, veremos cómo se monta el disco duro en el Escritorio de éste, como si se tratara de un disco externo convencional. Esto, como adivináis, no sólo nos permite clonar directamente el disco duro de un Mac en el de otro, sino iniciar un Mac utilizando el disco duro de otro ordenador. Por supuesto es necesario que el Mac permita arrancar con la versión del sistema operativo del otro equipo.

Personalmente, considero que adquirir un disco duro externo donde clonar el disco de nuestro Mac debiera ser lo primero que debieramos hacer tras su compra.