jueves, 26 de noviembre de 2009

Ubuntu o "el ordenador electrodoméstico"


Una afirmación malintencionada dice que Linux es el sistema operativo del futuro... y que siempre lo será. Esto, en mi opinión no es del todo cierto. Linux en realidad ya está aquí, como eficaz, estable y seguro sistema operativo de servidores o máquinas especializadas. Pero su uso y características suelen estar lejos de lo que espera un "usuario normal". Entre la gran variedad de distribuciones ("versiones") Linux, que para sus defensores es una prueba de su potencial y versatilidad, pero que para el "usuario de a pié" sólo es motivo de confusión, Ubuntu es la que destaca desde hace un par de años como "la más cercana" y "la más fácil" para un usuario más habituado a Windows o a Mac OS X.

Es muy fácil de instalar, sencillo de utilizar y permite añadir aplicaciones y utilidades de modo increíblemente sencillo. O sea, que para los gurús de Linux es simplón, limitado y poco configurable. Pero como alternativa a otros sistemas operativos es el único utilizable por un usuario normal "no iniciado" y que no desea aprender a escribir extraños conjuros en el Terminal.

¿Utilizaría yo Ubuntu como sistema operativo único? No, ya que difícilmente podría sincronizar mi móvil, utilizar fácilmente un sintonizador TDT o grabar algo de la televisión. Tampoco tendría fácil utilizar cualquier módem 3G USB o conectar cualquier escáner o webcam. ¿Acaso todo esto es imposible? No si me apasiona pasar horas buscando, compilando paquetes y tecleando comandos. Pero para un uso "doméstico" típico, Ubuntu ya viene con todo lo necesario preinstalado.

Y si necesito algo más, el "Centro de Software de Ubuntu" es una utilidad incluida en éste que permite instalar con un par de clics, gran cantidad de utilidades y aplicaciones eligiéndolas de un listado organizado por categorías que se actualiza automáticamente conectándose a diferentes servidores de software para Ubuntu.


No todo aparece en estos listados, pero es cada vez más frecuente encontrar para su descarga, paquetes de instalación tipo .deb (propios de la distribución Linux Debian, de la que deriva Ubuntu). Estos funcionan como los autoejecutables .exe de Windows o los .pkg de Mac OS X, y no requieren del uso de comandos de ningún tipo. Que Ubuntu llegue a un número mayor de usuarios "no avanzados" dependerá sin duda de que cada vez existan más aplicaciones o utilidades con instaladores "deb".

Sin embargo, instalado en un "segundo ordenador", por ejemplo un portátil ya viejo para defenderse con Windows 2000 o XP, es ideal para navegar, para el correo, para escribir, escuchar música, ver fotos o películas, etc... Se mueve fluidamente allí donde Windows empieza a arrastrase lastimosamente. Así, en muchos casos Ubuntu está condenado a funcionar sobre máquinas viejas, inútiles ya con las últimas -y voraces de prestaciones- versiones de Windows. Pero esto no es algo deshonroso; Ubuntu está pensado para funcionar en lugares donde los usuarios no se pueden permitir el lujo de "estar a la última", y convierte en una máquina útil cualquier PC de segunda o tercera mano.

Ubuntu es perfecto también para tu madre o para tu suegra como alternativa a Windows. Es sencillo, estable, y resistente a sobrinos y nietos que intentarán infructuosamente instalarle todo tipo de ".exes", ya que juegos como el Mahyjongg, Klondike o Sudoku no suelen ser de su agrado. Dejarán de llamarte constantemente con problemas y sustos varios. Un ordenador con Ubuntu es lo que yo llamo "ordenador electrodoméstico". Es decir, lo enciendo, navego, mando un par de correos, miro un par de fotos y lo apago. Es algo parecido a lo que se pretende con esos pequeños y baratos "netbooks" con alguna versión de Linux preinstalada.

Sin embargo, yo no guardaría todas mis fotos, películas y documentos en el disco duro en el que he instalado Ubuntu, sino en un disco externo USB, o en pendrives. Si "algo va mal" (por un problema de hardware, por ejemplo) puedo reinstalar todo en menos de una hora, pero con mis datos a salvo.

Podemos descargar gratuitamente Ubuntu directamente desde su web oficial y grabarlo en un CD para su instalación. Puede sorprender, por contraste con otros, la sugerencia de que hagamos copias y las distribuyamos libremente entre los amigos y conocidos.

La instalación es facilísima, sin necesidad de conocimientos previos ni de teclear ni una sola línea de comandos. He probado Ubuntu en un par de docenas de ordenadores de sobremesa y portátiles, y en casi todos los casos no ha tenido problemas en reconocer y hacer funcionar, así por las buenas, tarjetas de video, sonido, red, WIFI, USB, etc... De hecho, en las últimas pruebas, el instalador de Ubuntu ha reconocido todos los chipsets de sonido, red y video, cosa que no hacían -en los mismos ordenadores- ni XP ni el nuevo Windows 7 Home Premium. En el Tablet PC de Acer que estoy utilizando para escribir ésto, reconoce incluso la pantalla "táctil" y permite utilizar el lápiz o stylus para dibujar sobre ésta o mover el puntero para interactuar con iconos y ventanas.
Sin embargo, si ha sido más complicado con ciertos periféricos como dispositivos USB Bluetooth, webcams o scanners.

Olvídate de instalar y actualizar antivirus. Es prácticamente inmune a virus y demás "malware", y al menos a medio plazo, podemos prescindir tranquilamente de toda la parafernalia de utilidades de protección que son una de las causas de ralentización y graves problemas de Windows. Tampoco nos veremos asaltados por constantes advertencias y avisos de seguridad.

Para uso ofimático, Ubuntu ofrece un paquete similar al ubicuo Microsoft Office. Writer, el procesador de textos de OpenOffice, reemplaza perfectamente a Word, y no como un sustituto de segunda división pero gratuito, sino por derecho propio. Calc, la hoja de cálculo de OpenOffice, tiene poco que envidiar a Excel. Es en realidad tan potente como éste, y para la mayoría de usuarios es mucho más que suficiente, aunque los usuarios "avanzados" de Excel pueden verse algo perdidos ante una aplicación diferente a ese Excel que dominan con los ojos cerrados. Superar a Powerpoint debiera ser fácil, y no entiendo como éste se ha convertido en un "standard" en el mundo de las presentaciones, siendo una aplicación con una interfaz tan mal hecha, con opciones tan caóticas y dispersas. Sin llegar a la excelencia del Keynote de Apple, se podría haber hecho otra cosa, pero el Presenter, o software de presentaciones de OpenOffice si que es una simple imitación de Powerpoint.

Como Linux que es, Ubuntu permite correr Wine, una capa de software que nos deja instalar y ejecutar algunas aplicaciones de Windows ...sin instalar Windows. Lo interesante para muchos, es que entre estas aplicaciones están algunas de Office, como Word, Excel, Powerpoint o Access, aunque no funcionan correctamente todas las versiones de cada aplicación. En la página de Wine podemos ver listados y "tablas de compatibilidad".


En gráficos, Gimp no tiene nada que envidiar a su majestad Adobe Photoshop, excepto en un punto fundamental en el mundo profesional de las artes gráficas: trabajar con CMYK o cuatricomía, imprescindible en preimpresión y que aún no está implementado, excepto mediante ciertos parches.

Evolution, no está mal, pero si que me parece una imitación de Microsoft Outlook. Integra correo, calendario, contactos y tareas, cosa que no hace Thunderbird, que sin embargo considero uno de los mejores clientes de correo en cualquier plataforma.
No forma parte de Ubuntu, pero puede ser instalado con dos clics desde la utilidad "Centro de Software de Ubuntu".

Y hablando de calendarios y contactos, nos encontramos con uno de los mayores problemas de Ubuntu y otros Linux. Sincronizar citas y direcciones con nuestro teléfono, Blackberry, Pocket PC o iPhone es prácticamente un imposible. Que lo sea con el iPhone de Apple o dispositivos con Windows Mobile de Microsoft tiene una explicación clara, pero lamentablemente tampoco es algo que podamos hacer con otro tipo de "smartphones". Si existe soporte para las antiguas Palm, ya prácticamente en desuso.

El magnífico VLC Media Player sustituye y supera tanto a Windows Media Player de Windows como al Quicktime Player de Mac OS X. Tampoco viene con Ubuntu, pero también puede ser instalado desde el Centro de Software de éste.

Songbird hará olvidar iTunes a muchos usuarios. Es una aplicación aún joven, pero de interfaz muy bien terminada. Está disponible para su descarga como instalador ".deb".

Si dispones de un PC poco utilizado, prueba Ubuntu. No tienes nada que perder.
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