martes, 22 de diciembre de 2009

¿Compartir carpetas entre ordenadores a través de internet?


Compartir carpetas entre ordenadores de una misma red es muy sencillo, sin embargo es habitual plantearse hacer lo mismo entre ordenadores situados en oficinas o domicilios distantes y "a través de internet".  Esto es perfectamente posible, pero nada sencillo para un usuario "de a pie". Si alguien se lo pregunta, este es uno de los motivos por los que proliferan los servicios tipo "mobile me", "Live Mesh", Ubuntu One", o mi favorito DropBox, que nos permiten disponer de "un sitio" donde guardar archivos que queremos que sean accesibles por nosotros mismos desde otro lugar, o que queremos compartir con otros, y que nos evitan complicaciones como las que siguen.


¿PORQUÉ NO ES "TAN FÁCIL?"

A modo de introducción rápida en el tema, lo primero es ver de qué modo se comparte esa carpeta; siendo lo más lógico usar el protocolo FTP. FTP es tan antiguo como internet, y se sigue utilizando por su eficiencia incluso si se dispone de una conexión a la red lenta. Si se dispone de un Mac se puede utilizar el servicio FTP ya integrado en Mac OS X, o bien añadir algún software que permita un mayor control sobre lo que se hace, como el gratuito PureFTP para Mac o el también gratuito Filezilla Server para Windows o Linux.

Este software convierte al ordenador en "servidor FTP", y permite compartir determinadas carpetas con otros ordenadores que accedan a ellas utilizando otro software llamado "cliente FTP". Filezilla (cliente) y CuteFTP para Windows, o Cyberduck y Transmit para Mac, son algunos ejemplos. Que quede claro que en ningún caso vamos a cometer la imprudencia de compartir todo el disco duro de nuestro ordenador, sino unas determinadas carpetas en las que guardaremos solo ciertos archivos.

Acceder al "servidor FTP" desde otros ordenadores será fácil: teclearíamos en nuestro "cliente FTP" la IP del servidor, así como un "nombre de usuario" o "login" y el correspondiente "password" o contraseña.
Por defecto FTP utiliza el puerto 21 y no hay que especificarlo (ftp://192.168.1.5:21), pero si instalamos, por ejemplo,  PureFTP éste suele utilizar el 2121 para no entrar en conflicto con el servicio del propio Mac. En este caso accederíamos también al Mac escribiendo: ftp://192.168.1.5:2121

Vale, pero ¿qué es un puerto? Haciendo un símil poco técnico, en el mando de nuestro televisor podemos seleccionar distintas botones o numeraciones para acceder a diferentes canales a través de un mismo cable de antena. Para no hacernos un lío solemos asignar ciertas numeraciones a determinados canales. En España, por ejemplo, el botón número "1" solemos hacer que corresponda a TV1, el "2" a TV2, el "3" a Antena3, el "5" a Tele5, etc... aunque no tiene porqué ser así y pueden ser otros, es sólo una convención.

Los ordenadores tienen "puertos", y existe también una convención para que por defecto se utilicen ciertos puertos para cada tipo de tráfico de datos, aunque todo entre y salga por un mismo cable. La navegación web se suele hacer a través del puerto 80, el acceso via FTP por el 21, la descarga de correo POP por el 110, y para jugar online al "Age of Empires" el 2301 y sucesivos, etc....

Todo esto de los puertos no tiene demasiada importancia en una red local, pero es fundamental cuando se accede "desde internet" a un ordenador "de tu casa u oficina".



Todos los ordenadores de tu casa: la Xbox, la impresora de red y el router tienen una dirección IP única y distinta. Esta se puede introducir manualmente o bien se confía en que el router asigne una a cada uno mediante el servicio DHCP.
Pero "desde fuera", desde internet, lo único visible sería la IP pública o externa de tu router. Tu router tiene "desde dentro" (desde tu red local o LAN) otra IP, que para los ordenadores es la puerta de enlace o "gateway", que suele ser 192.168.0.1 ó 192.168.1.1

El asunto es, que cuando alguien teclea tu IP ṕublica (la única visible desde el mundo exterior) y quiere acceder mediante FTP, el router debe saber a qué ordenador en concreto debe dirigir ese tráfico. Esto se llama "mapear puertos" o "port mapping" y consiste en crear en el router unas tablas en las que se asocian determinados puertos con ciertas IPs. El cómo se hace esto depende de la marca y modelo de router, pero podemos encontrar ayuda y manuales en muchas páginas de internet.

Otro tema es que tu dirección IP pública no tiene porqué ser siempre la misma, a menos que lo hayas solicitado expresamente y "pasando por caja". El proveedor de servicios puede asignarte automáticamente una IP pública diferente cada vez que apagues y enciendas el router. En principio habría que preguntar a los "del otro domicilio" qué dirección IP pública tienen en ese momento antes de acceder a esa carpeta compartida.

Esto se soluciona mediante un servicio gratuito llamado DynDNS. Si te llamas Fulano y te das de alta en el servicio obtendrás una dirección tipo: fulano.dyndns.ws Deberás instalar un software en tu Mac que periódicamente envía la IP pública del router a los servidores de DynDNS.

De este modo, cuando alguien escriba en su cliente FTP la dirección: ftp://fulano.dyndns.ws:2121, se redirigirá a la IP pública de tu router, éste verá que la petición se hace la puerto 2121 y llevará el tráfico al ordenador que tiene el "servidor FTP" instalado.


LA ALTERNATIVA: "ALMACENAMIENTO ONLINE"

Como todo esto puede ser muy complicado, existen servicios -muchos gratuitos- que facilitan las cosas a los usuarios. Si necesitas "esa carpeta para compartir datos", te la facilitan ubicada en un servidor. Si se dispone de una cuenta en "Mobile me", "Live Mesh" o Ubuntu One" te ofrecen una especie de "disco duro virtual" donde hacer tus copias de seguridad o guardar archivos. Google Apps, por ejemplo, además de crear y editar documentos "online" te permite compartirlos con otros usuarios, y recientemente también te deja compartir carpetas, aunque sólo permite utilizar archivos de tipo "ofimático".
Otros sitios ofrecen FTP gratuito, como Tripod, Files-Upload o DriveHQ, aunque ojo, en muchos casos los archivos que subamos sólo permanecen cierto tiempo (unos meses):



Pero el que desde mi punto de vista resulta el más práctico y cómodo es DropBox, que ofrece de forma gratuita hasta 2GB de espacio en disco. Podemos descargar un software que nos muestra el espacio en disco del servidor como un "disco local" en nuestro ordenador, a modo de "memoria USB virtual". Podemos instalar el software en todos los ordenadores que utilicemos, ya funcionen con Mac OS X, Windows o Linux (existen versiones para todos). Es muy fácil compartir las carpetas y datos con otros usuarios e incluso "copiar el URL" de un documento y enviarlo por email a otra persona para que descargue el archivo haciendo clic en el enlace. Es más, por defecto trae habilitada una función de sincronización entre los contenidos del "espacio online" y la correspondiente carpeta local.


OTRAS OPCIONES.

Y volviendo a lo de "interconectar" dos ordenadores para compartir archivos, cabe la posibilidad de hacerlo a través de programas de mensajería, pero requieren que haya alguien pendiente "al otro lado".

Existe otra opción, que como en el caso anterior, el truco está en utilizar un "intermediario". LogMeIn y NTRConnect son cada uno de ellos, una combinación de "servicio" prestado por los desarrolladores respectivos y un software "cliente" que se instala en nuestro ordenador. Si utilizamos las" versiones gratuitas" podemos controlar un ordenador remoto; es decir ver la pantalla del otro ordenador, ya sea PC o Mac, e interactuar con teclado y ratón como si estuviéramos sentados frente a ellos. Pero si pagamos una cuota, además "de ver el otro ordenador" podemos hacer más cosas, como transferir archivos entre unos y otros

El software de los ordenadores (pueden ser más de dos) se conecta con los servidores de LogMeIn ó NTRConnect, que hacen de intermediarios y permiten gestionar las conexiones. Para ello basta darse de alta en el servicio e instalar una pequeña aplicación en el Mac o PC. En su momento hice una guía o tutorial para instalar y utilizar NTRconnect, en Macuarium y en una entrada de este mismo blog.


miércoles, 2 de diciembre de 2009

En defensa de los derechos de los ciudadanos en internet

No puedo menos que adherirme al Manifiesto en defensa de los derechos de los ciudadanos en internet de WeblogsSL y Xataka. Me ha puesto sobre la pista Reynaldo .

1.- Los derechos de autor no pueden situarse por encima de los derechos fundamentales de los ciudadanos, como el derecho a la privacidad, a la seguridad, a la presunción de inocencia, a la tutela judicial efectiva y a la libertad de expresión.

2.- La suspensión de derechos fundamentales es y debe seguir siendo competencia exclusiva del poder judicial. Ni un cierre sin sentencia. Este anteproyecto, en contra de lo establecido en el artículo 20.5 de la Constitución, pone en manos de un órgano no judicial – un organismo dependiente del ministerio de Cultura -, la potestad de impedir a los ciudadanos españoles el acceso a cualquier página web.

3.- La nueva legislación creará inseguridad jurídica en todo el sector tecnológico español, perjudicando uno de los pocos campos de desarrollo y futuro de nuestra economía, entorpeciendo la creación de empresas, introduciendo trabas a la libre competencia y ralentizando su proyección internacional.

4.- La nueva legislación propuesta amenaza a los nuevos creadores y entorpece la creación cultural. Con Internet y los sucesivos avances tecnológicos se ha democratizado extraordinariamente la creación y emisión de contenidos de todo tipo, que ya no provienen prevalentemente de las industrias culturales tradicionales, sino de multitud de fuentes diferentes.

5.- Los autores, como todos los trabajadores, tienen derecho a vivir de su trabajo con nuevas ideas creativas, modelos de negocio y actividades asociadas a sus creaciones. Intentar sostener con cambios legislativos a una industria obsoleta que no sabe adaptarse a este nuevo entorno no es ni justo ni realista. Si su modelo de negocio se basaba en el control de las copias de las obras y en Internet no es posible sin vulnerar derechos fundamentales, deberían buscar otro modelo.

6.- Consideramos que las industrias culturales necesitan para sobrevivir alternativas modernas, eficaces, creíbles y asequibles y que se adecuen a los nuevos usos sociales, en lugar de limitaciones tan desproporcionadas como ineficaces para el fin que dicen perseguir.

7.- Internet debe funcionar de forma libre y sin interferencias políticas auspiciadas por sectores que pretenden perpetuar obsoletos modelos de negocio e imposibilitar que el saber humano siga siendo libre.

8.- Exigimos que el Gobierno garantice por ley la neutralidad de la Red en España, ante cualquier presión que pueda producirse, como marco para el desarrollo de una economía sostenible y realista de cara al futuro.

9.- Proponemos una verdadera reforma del derecho de propiedad intelectual orientada a su fin: devolver a la sociedad el conocimiento, promover el dominio público y limitar los abusos de las entidades gestoras.

10.- En democracia las leyes y sus modificaciones deben aprobarse tras el oportuno debate público y habiendo consultado previamente a todas las partes implicadas. No es de recibo que se realicen cambios legislativos que afectan a derechos fundamentales en una ley no orgánica y que versa sobre otra materia.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Boot Camp vs VMware o Parallels


Boot Camp y el uso de “máquinas virtuales” son dos formas diferentes de utilizar Windows en nuestro Mac. Esto supone la gran ventaja de poder utilizar los dos sistemas operativos en una misma máquina. Como alguien decía: “lo mejor de dos mundos”.

Boot Camp es un método mediante el cual, y con la ayuda de una utilidad incluida en Mac OS X llamada "Asistente Boot Camp", podemos crear una segunda partición en el disco duro del ordenador (“dividirlo en dos”), e instalar Windows en ésta tal como haríamos al instalarlo en un PC.

Necesitaremos para ello de un disco de instalación de Windows (con su correspondiente licencia), preferiblemente Windows XP, aunque también podemos utilizar Windows Vista o Windows 7. Para que Windows, una vez instalado reconozca todos los componentes del ordenador Apple serán necesarios los correspondientes drivers. Estos vienen incluidos en el disco original de instalación de Mac OS X del ordenador.

Podemos particionar (dividir) el disco en dos partes iguales -una para Mac OS X y otra para Windows- o destinar un espacio mayor a un sistema operativo o a otro, según el uso que vayamos a hacer de éstos. Para utilizar un sistema u otro es necesario reiniciar el ordenador, lo cual es una de las diferencias más importantes con el uso de "máquinas virtuales". Podemos "arrancar como Mac" o hacerlo "como un PC" …de marca Apple.

¿Qué ventajas tiene Boot Camp respecto a la virtualización mediante VMware o Parallels?

- Boot Camp viene incluido con Mac OS X, no hay costes añadidos.
- Iniciando el ordenador con Windows, utilizaremos el ordenador con este sistema operativo al 100% de su rendimiento.

¿Y los inconvenientes?

- Podemos utilizar sólo un sistema operativo simultáneamente. Para cambiar de entorno, recordemos, hay que reiniciar cada vez el Mac.
- Un Mac funcionando con Windows sufre todos los inconvenientes y vulnerabilidades que sufriría un PC convencional. Y se entiende que el comprador de un Mac lo es por considerar esos factores lo suficientemente importantes.

La virtualización mediante Parallels, VMware Fusion o Virtualbox consiste en instalar un software en Mac OS X que actúa en cierta forma, como si de un PC físico o real se tratara. Esta "máquina virtual" puede funcionar sobre uno o varios "discos duros virtuales". El Windows instalado "está convencido" de que tanto "el PC" como "los discos" son completamente reales; sin embargo, para Mac OS X son software y archivos, y puede tratarlos como eso.

VMware Fusion y Parallels son dignos competidores y es difícil recomendar uno en concreto. Virtualbox queda por detrás, aunque tiene la ventaja de ser gratuito. Es muy importante el hecho de que tanto Mac OS X como el Windows de la máquina virtual pueden compartir carpetas o directorios. Para el Mac serán las carpetas que realmente son, en Windows, sin embargo aparecerán como "discos de red".

¿Qué ventajas tienen VMware o Parallels respecto a Bootcamp?

- Es posible utilizar Mac OS X y Windows simultáneamente, sin reiniciar. No sólo compartirán archivos y carpetas, sino que podremos incluso copiar y pegar entre las aplicaciones de un entorno u otro. Por ejemplo, buscar, editar y copiar imágenes en "la parte Mac" y pegarlas en un Powerpoint de "la parte Windows". O utilizar Internet Explorer o aplicaciones sólo existentes para Windows y sin salir de Mac OS X.

- Todo el entorno Windows virtualizado está compuesto de archivos y carpetas que pueden ser copiadas y restauradas fácilmente.
Esto quiere decir que podemos crear una copia de pocos GB de todo el Windows instalado, actualizado y registrado, con todas las aplicaciones utilidades y configuraciones ya establecidas. Si tenemos la precaución de guardar nuestros archivos en "el entorno Mac", en el momento en que surja cualquier problema con la instalación de Windows sólo será necesario reemplazar la máquina virtual por su copia, y en pocos minutos tendremos todo funcionando de nuevo.


- Podemos crear más de una máquina virtual, ya sea con diferentes versiones de Windows (3.1, 95, 98, 2000, XP, Vista, Seven) o distintas distribuciones de Linux. Es más, si la memoria RAM y el procesador del Mac lo permiten, se pueden ejecutar varias a la vez.

¿Cuáles son los inconvenientes de la virtualización?

El principal es que el rendimiento de una máquina virtual es inferior al del Mac iniciado con Windows. Si bien Microsoft Office, Explorer y la mayoría de aplicaciones y utilidades funcionan perfectamente -y en algunos casos mejor que en un PC real- ciertas aplicaciones muy exigentes con la tarjeta gráfica y el cálculo 3D o que exigen mucho del procesador, pueden funcionar lentamente o no llegar a arrancar, como ocurre con muchos juegos recientes.

Por otro lado, al coste de la licencia de Windows hay que sumar el de Parallels (69,99€) o Vmware Fusion (61,95€), que sin ser excesivo puede "echar para atrás" a algunos, aunque personalmente considero que está más que justificado.

Sin embargo ambos permiten hacer algo interesante: “importar” toda una instalación de Windows ya existente en un PC real (incluidos aplicaciones, documentos y todo el disco duro) y crear un disco virtual utilizable dentro del Mac.

Y finalmente, algo a tener muy en cuenta: no es incompatible usar la virtualización y Boot Camp en un mismo ordenador. Incluso existe la posibilidad de hacer que las máquinas virtuales utilicen, no alguno de los discos duros virtuales, sino el Windows de la partición hecha con Boot Camp. Es decir, que tanto si arrancamos "como ordenador PC" como si iniciamos una máquina virtual utilizamos la misma instalación de Windows, los mismos programas y archivos.

jueves, 26 de noviembre de 2009

Ubuntu o "el ordenador electrodoméstico"


Una afirmación malintencionada dice que Linux es el sistema operativo del futuro... y que siempre lo será. Esto, en mi opinión no es del todo cierto. Linux en realidad ya está aquí, como eficaz, estable y seguro sistema operativo de servidores o máquinas especializadas. Pero su uso y características suelen estar lejos de lo que espera un "usuario normal". Entre la gran variedad de distribuciones ("versiones") Linux, que para sus defensores es una prueba de su potencial y versatilidad, pero que para el "usuario de a pié" sólo es motivo de confusión, Ubuntu es la que destaca desde hace un par de años como "la más cercana" y "la más fácil" para un usuario más habituado a Windows o a Mac OS X.

Es muy fácil de instalar, sencillo de utilizar y permite añadir aplicaciones y utilidades de modo increíblemente sencillo. O sea, que para los gurús de Linux es simplón, limitado y poco configurable. Pero como alternativa a otros sistemas operativos es el único utilizable por un usuario normal "no iniciado" y que no desea aprender a escribir extraños conjuros en el Terminal.

¿Utilizaría yo Ubuntu como sistema operativo único? No, ya que difícilmente podría sincronizar mi móvil, utilizar fácilmente un sintonizador TDT o grabar algo de la televisión. Tampoco tendría fácil utilizar cualquier módem 3G USB o conectar cualquier escáner o webcam. ¿Acaso todo esto es imposible? No si me apasiona pasar horas buscando, compilando paquetes y tecleando comandos. Pero para un uso "doméstico" típico, Ubuntu ya viene con todo lo necesario preinstalado.

Y si necesito algo más, el "Centro de Software de Ubuntu" es una utilidad incluida en éste que permite instalar con un par de clics, gran cantidad de utilidades y aplicaciones eligiéndolas de un listado organizado por categorías que se actualiza automáticamente conectándose a diferentes servidores de software para Ubuntu.


No todo aparece en estos listados, pero es cada vez más frecuente encontrar para su descarga, paquetes de instalación tipo .deb (propios de la distribución Linux Debian, de la que deriva Ubuntu). Estos funcionan como los autoejecutables .exe de Windows o los .pkg de Mac OS X, y no requieren del uso de comandos de ningún tipo. Que Ubuntu llegue a un número mayor de usuarios "no avanzados" dependerá sin duda de que cada vez existan más aplicaciones o utilidades con instaladores "deb".

Sin embargo, instalado en un "segundo ordenador", por ejemplo un portátil ya viejo para defenderse con Windows 2000 o XP, es ideal para navegar, para el correo, para escribir, escuchar música, ver fotos o películas, etc... Se mueve fluidamente allí donde Windows empieza a arrastrase lastimosamente. Así, en muchos casos Ubuntu está condenado a funcionar sobre máquinas viejas, inútiles ya con las últimas -y voraces de prestaciones- versiones de Windows. Pero esto no es algo deshonroso; Ubuntu está pensado para funcionar en lugares donde los usuarios no se pueden permitir el lujo de "estar a la última", y convierte en una máquina útil cualquier PC de segunda o tercera mano.

Ubuntu es perfecto también para tu madre o para tu suegra como alternativa a Windows. Es sencillo, estable, y resistente a sobrinos y nietos que intentarán infructuosamente instalarle todo tipo de ".exes", ya que juegos como el Mahyjongg, Klondike o Sudoku no suelen ser de su agrado. Dejarán de llamarte constantemente con problemas y sustos varios. Un ordenador con Ubuntu es lo que yo llamo "ordenador electrodoméstico". Es decir, lo enciendo, navego, mando un par de correos, miro un par de fotos y lo apago. Es algo parecido a lo que se pretende con esos pequeños y baratos "netbooks" con alguna versión de Linux preinstalada.

Sin embargo, yo no guardaría todas mis fotos, películas y documentos en el disco duro en el que he instalado Ubuntu, sino en un disco externo USB, o en pendrives. Si "algo va mal" (por un problema de hardware, por ejemplo) puedo reinstalar todo en menos de una hora, pero con mis datos a salvo.

Podemos descargar gratuitamente Ubuntu directamente desde su web oficial y grabarlo en un CD para su instalación. Puede sorprender, por contraste con otros, la sugerencia de que hagamos copias y las distribuyamos libremente entre los amigos y conocidos.

La instalación es facilísima, sin necesidad de conocimientos previos ni de teclear ni una sola línea de comandos. He probado Ubuntu en un par de docenas de ordenadores de sobremesa y portátiles, y en casi todos los casos no ha tenido problemas en reconocer y hacer funcionar, así por las buenas, tarjetas de video, sonido, red, WIFI, USB, etc... De hecho, en las últimas pruebas, el instalador de Ubuntu ha reconocido todos los chipsets de sonido, red y video, cosa que no hacían -en los mismos ordenadores- ni XP ni el nuevo Windows 7 Home Premium. En el Tablet PC de Acer que estoy utilizando para escribir ésto, reconoce incluso la pantalla "táctil" y permite utilizar el lápiz o stylus para dibujar sobre ésta o mover el puntero para interactuar con iconos y ventanas.
Sin embargo, si ha sido más complicado con ciertos periféricos como dispositivos USB Bluetooth, webcams o scanners.

Olvídate de instalar y actualizar antivirus. Es prácticamente inmune a virus y demás "malware", y al menos a medio plazo, podemos prescindir tranquilamente de toda la parafernalia de utilidades de protección que son una de las causas de ralentización y graves problemas de Windows. Tampoco nos veremos asaltados por constantes advertencias y avisos de seguridad.

Para uso ofimático, Ubuntu ofrece un paquete similar al ubicuo Microsoft Office. Writer, el procesador de textos de OpenOffice, reemplaza perfectamente a Word, y no como un sustituto de segunda división pero gratuito, sino por derecho propio. Calc, la hoja de cálculo de OpenOffice, tiene poco que envidiar a Excel. Es en realidad tan potente como éste, y para la mayoría de usuarios es mucho más que suficiente, aunque los usuarios "avanzados" de Excel pueden verse algo perdidos ante una aplicación diferente a ese Excel que dominan con los ojos cerrados. Superar a Powerpoint debiera ser fácil, y no entiendo como éste se ha convertido en un "standard" en el mundo de las presentaciones, siendo una aplicación con una interfaz tan mal hecha, con opciones tan caóticas y dispersas. Sin llegar a la excelencia del Keynote de Apple, se podría haber hecho otra cosa, pero el Presenter, o software de presentaciones de OpenOffice si que es una simple imitación de Powerpoint.

Como Linux que es, Ubuntu permite correr Wine, una capa de software que nos deja instalar y ejecutar algunas aplicaciones de Windows ...sin instalar Windows. Lo interesante para muchos, es que entre estas aplicaciones están algunas de Office, como Word, Excel, Powerpoint o Access, aunque no funcionan correctamente todas las versiones de cada aplicación. En la página de Wine podemos ver listados y "tablas de compatibilidad".


En gráficos, Gimp no tiene nada que envidiar a su majestad Adobe Photoshop, excepto en un punto fundamental en el mundo profesional de las artes gráficas: trabajar con CMYK o cuatricomía, imprescindible en preimpresión y que aún no está implementado, excepto mediante ciertos parches.

Evolution, no está mal, pero si que me parece una imitación de Microsoft Outlook. Integra correo, calendario, contactos y tareas, cosa que no hace Thunderbird, que sin embargo considero uno de los mejores clientes de correo en cualquier plataforma.
No forma parte de Ubuntu, pero puede ser instalado con dos clics desde la utilidad "Centro de Software de Ubuntu".

Y hablando de calendarios y contactos, nos encontramos con uno de los mayores problemas de Ubuntu y otros Linux. Sincronizar citas y direcciones con nuestro teléfono, Blackberry, Pocket PC o iPhone es prácticamente un imposible. Que lo sea con el iPhone de Apple o dispositivos con Windows Mobile de Microsoft tiene una explicación clara, pero lamentablemente tampoco es algo que podamos hacer con otro tipo de "smartphones". Si existe soporte para las antiguas Palm, ya prácticamente en desuso.

El magnífico VLC Media Player sustituye y supera tanto a Windows Media Player de Windows como al Quicktime Player de Mac OS X. Tampoco viene con Ubuntu, pero también puede ser instalado desde el Centro de Software de éste.

Songbird hará olvidar iTunes a muchos usuarios. Es una aplicación aún joven, pero de interfaz muy bien terminada. Está disponible para su descarga como instalador ".deb".

Si dispones de un PC poco utilizado, prueba Ubuntu. No tienes nada que perder.

sábado, 7 de noviembre de 2009

Sistemas operativos como Matrioskas


Este es un "screenshot" o "captura de pantalla" de mi Mac Mini. Sobre el sistema operativo Snow Leopard instalado en éste, podemos ver a la derecha Windows 7 corriendo sobre VMware Fusion; a la izquierda, Mac OS 9 funcionando sobre SheepShaver; y dentro de Mac OS 9 y sobre el antiguo SoftWindows, corre Windows 3.1 .
Al modo de las Matrioskas (esas muñecas rusas que guardan otras en su interior) varios sistemas operativos de diferentes épocas y plataformas en el mismo Mac.
Gracias a "Jabba", por ponerme sobre la pista de SheepShaver (en Faq Mac) en el magnífico foro "Puromac".