Es habitual que se confunda "memoria" (RAM del ordenador) con "capacidad" del disco duro:
"Mi ordenador se está quedando sin memoria y ya no me caben mas fotos".
Voy a intentar realizar un símil: imaginemos un pequeño despacho en el que tenemos solamente una mesa y un armario archivador en el que guardamos no sólo nuestros documentos sino una serie de utensilios como un bloc de notas, un calendario, lápices y bolígrafos, grapadora, clips, la foto de la familia, etc...
Cuando comenzamos nuestra jornada abrimos el armario, sacamos los utensilios que necesitamos dejándolos sobre la mesa, y sacamos también las carpetas con los documentos sobre los que vamos a trabajar. Distribuiremos sobre la superficie de la mesa la documentación de modo que tengamos todo al alcance y podamos trabajar de la forma más cómoda y rápida.
Si la mesa es grande, podremos sacar del armario una gran cantidad de carpetas y documentos, pero si la mesa es pequeña, nos veremos obligados a ir guardando cosas en el archivador para poder colocar otras, en un constante ir y venir, levantarse y sentarse, que nos hará menos eficientes y más lentos.
Cuando terminamos nuestro trabajo guardamos todo de nuevo en el armario dejando la mesa libre, ya que llega la señora de la limpieza con la balleta y abre las ventanas, pudiendo volar todo...
En este ejemplo, el "armario" sería el disco duro, donde quedan guardados los documentos incluso cuando no estamos trabajando. La superficie de la mesa es la memoria RAM, un espacio de trabajo donde el ordenador copia, al abrirlos, tanto documentos como aplicaciones (las herramientas o utensilios). Si el ordenador tiene poca memoria RAM, deberá estar constantemente copiando y guardando cosas en y desde el disco duro (el armario) resultando todo el proceso lentísimo. Por el contrario, un ordenador con sobrada memoria RAM podrá utilizar diferentes aplicaciones y abrir muchos trabajos simultáneamente, siendo por tanto mucho más eficaz (y "potente"). Tengamos en cuenta que la memoria RAM, al contrario que el disco duro, es volátil y se borra al apagar el ordenador.
Del mismo modo que es interesante disponer de un armario bien amplio, y si no es así podemos sustituirlo por otro mayor o adquirir un segundo armario, si no tenemos un disco duro con la suficiente capacidad de almacenamiento podemos cambiarlo o añadir un segundo disco duro, ya sea interno o externo.
Pero igualmente importante es disponer de suficiente memoria RAM: si la mesa es pequeña habrá que sustituirla por otra de superficie más amplia o colocar otra a su lado.
NOTA: he evitado intencionadamente utilizar la palabra "escritorio" para referirme a la superficie de la mesa con el fin de evitar confusiones. El llamado "escritorio" del ordenador sería en nuestro ejemplo una carpeta más de las que entran y salen del armario.
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