Esta mañana, al pulsar el botón de encendido del Mac, por un momento he temido que no arrancara... y el "chaaaan", el característico sonido de inicio, me ha sonado diferente. En ese momento el salón estaba aún en penumbra, y la manzana iluminada me ha causado una sensación tan especial que se me ha erizado el vello de la nuca.
Nunca pensé que la noticia -aunque todos sabíamos que lamentablemente llegaría tarde o temprano- me afectaría tanto personalmente. Ahora, como adulto, he tenido una sensación parecida a la que tuve de pequeño al conocer la noticia de la muerte de Disney (mira por dónde, hay relación). Sólo tenía cuatro años, pero me acuerdo perfectamente: un cierto tipo de magia había muerto. Mi madre me tranquilizó asegurándome que seguirían existiendo películas y comics de Donald y sus sobrinos.
Todos esperamos que a pesar de la ausencia de Jobs la magia de Apple continúe. Tim, Jonathan, Philip, Peter...recordad a Steve: "Stay hungry, stay foolish".
Gracias por todo, Steve.
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