domingo, 9 de octubre de 2011

¿Cuál era el secreto de las presentaciones de Steve Jobs?


Steve Jobs será recordado por ser uno de los fundadores de Apple, por su labor de CEO, por su intuición y capacidad de anticipación, etc... pero lo que muchos seremos incapaces de olvidar son sus famosas keynotes, en las que demostró no sólo su capacidad comunicativa, sino su dominio de la puesta en escena, su maestría para generar en la audiencia espectación y entusiasmo.

Sus presentaciones eran (son) un espectáculo en si mismo, no sólo visto por la audiencia presente en la sala, sino seguidas en directo a través de internet, o bien descargadas de forma masiva en las horas siguientes.

En innumerables libros y blogs se analizan las keynote de Jobs, como en famoso libro del experto en comunicación Carmine Gallo "The Presentation Secrets of Steve Jobs" (disponible en Amazon), considerado por algunos como "el libro de estilo de los CEO de Apple". En Youtube es posible ver un breve resumen del propio Gallo, con algunos de sus aspectos clave.

Es más que probable que Jobs, budista e impregnado de filosofía y estética Zen mostrase estas influencias en sus keynote: elección esmerada de cada palabra, estudiada simplicidad, estética cuidadísima, y centrar la presentación en el orador. Las imágenes proyectadas apoyan y realzan el discurso, nunca lo sustituyen.

Habiendo ensayado previamente durante muchas  horas, utilizaba numerosas diapositivas con muy poco texto y pocos gráficos, apoyando cada una con frases cortas, siempre con una sincronización perfecta. Muy caracterísitca era su informal forma de vestir y la estudiada iluminación del escenario, resaltando veces sólo rostro y manos.

Como nos recuerda Gallo, es importante anticipar el tema que se va tratar mediante un título o slogan, utilizar conceptos claros y definiciones categóricas (amazing, extraordinary, cool, incredible, unbelievable, magic, awesome), hacer fácil el seguimiento de los argumentos, demostrar entusiasmo, hacer que las cifras ofrecidas tengan un sentido, utilizar analogías claras, crear espectáculo y dar golpes de efecto, como el de sacar el Macbook Air... de un sobre. Inolvidable será siempre su "one more thing", en el que dejaba algo realmente importante y esperado para el final.


Pero claro, una cosa es analizar y aprender del estilo Jobs, y otra es pretender imitarlo. Jobs es irrepetible, y no es suficiente con imitar sus gestos e inflexión de voz, y con vestir camiseta St. Croix "Black Turtleneck", vaqueros azules Levis 501y zapatillas grises New Balance 991. El resultado puede ser patético, os lo aseguro.

Si habéis asistido a diferentes presentaciones habréis comprobado que habitualmente el orador se limita a actúar como un mero introductor o comentarista de una sucesión más o menos lograda de aburridas diapositivas cuyo diseño suele dejar mucho que desear:  texto abigarrado y tipografía mal elegida, gráficos complejos, fondos imposibles, transiciones mareantes y en muchos casos efectos sonoros y visuales de gusto discutible e innecesarios.

Por supuesto, hay casos en los que asistimos a trabajos muy elaborados y cuidados, normalmente realizados con el potente Powerpoint, pero recomiendo como interesantísmo, el post de Presentation Zen (volvemos al Zen) en el que se comparan los muy diferentes estilos de las presentaciones de Apple y de Microsoft.

Tras explicar  la filosofía de la llamada "estética Zen" (Simplicidad, sutileza, elegancia, sugerencia, naturalidad, uso del espacio vacío, tranquilidad, eliminación de lo no esencial) se resalta la paradoja de que los creadores de la herramienta de presentaciones más popular -Powerpoint- hagan tan mal uso de ella.


¿Existe algo más "Zen", dicen en Presentation Zen, que la imagen anterior? Jobs, frente a la pantalla vacía y oscura mientras nos relata lo que viene a continuación, pantalla vacía que no hará otra cosa que enfatizar las imágenes que vengan a continuación.

¿Sienten por el contrario horror vacui los presentadores del "estilo Powerpoint"? ¿Temen que los ojos de la audiencia se centren en ellos y no en las "diapositivas"?


Como a veces unas imagenes valen más que mil palabras, comparad las fotografías (ambas del sitio de Presentation Zen), en las que vemos en acción tanto a Bill Gates como a Steve Jobs. ¿Queda claro, no?


Recordad que en este mismo blog tenéis un post con algúnos trucos para el uso de Keynote, la aplicación de Apple para crear presentaciones, y que obviamente utilizaba Steve Jobs.



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