jueves, 11 de diciembre de 2008

Sistemas lógicos ...pero no intuitivos.



















Hace ya varias décadas, tuve un profesor de auto-escuela que se empeñó en enseñarme a aparcar utilizando puntos de referencia concretos y precisos giros de volante: "...y das dos vueltas de volante, y cuando en el espejo izquierdo veas asomar "un dedito" la valla, giras en sentido contrario una vuelta y tres cuartos, hasta que en el espejo derecho aparezca el otro extremo, y..." Por supuesto, cuando llegó el momento decisivo la valla no estaba en el sitio adecuado o la posición de los espejos no era la acostumbrada, con lo que suspendí el examen y tuve que intentarlo de nuevo. En esa segunda oportunidad me limité a maniobrar de forma intuitiva y esta vez fui aprobado.

Me acuerdo de esto cada vez que en las explicaciones que suelo dar sobre el uso de alguna aplicación, alguien saca inmediatamennte papel y bolígrafo y pretende anotarlo todo paso a paso. "Deja el boli en la mesa y atiende, por favor" suelo decir, "lo que quiero es que entiendas lo que queremos hacer y por qué seguimos determinados pasos. Luego lo repetiré todo y puedes anotar lo que quieras, pero verás que ya no es necesario".
Existe cierta tendencia a aprender a usar el ordenador repitiendo como un autómata ciertos pasos en vez de buscar cierta lógica en ellos, que aunque parezca mentira, la hay. Pero “lógico” es para muchos que una aplicación o sistema operativo esté “donde siempre ha estado” o se haga “como siempre se ha hecho”. Pero que nos hayamos habituado a ello no quiere decir que, visto de forma objetiva, esté bien ubicado o diseñado. Suele bromearse con la incongruencia de Windows de tener que ir al botón "inicio" para apagar el equipo, pero en el "sistema de la manzana" tampoco es tan evidente lo de ir a esa "manzanita" para hacer lo mismo. Y es en Ubuntu -el último en llegar en cuanto a interfaz gráfica- donde la cosa es más clara, con un botón rojo con el universal icono de "on-off”.

Con todo, que no se te atragante el usar un ordenador es más una cuestión de actitud o de predisposición que de formación. He observado que, para algo tan simple como buscar un documento “Word” en el ordenador y abrirlo existe un método típico de “usuario Windows” y otro de “usuario Mac”. El primero, tras encender el ordenador, abrirá la aplicación Word y desde ésta buscará el documento. El segundo buscará primero el documento y hará doble clic sobre éste para abrir Word.


Curiosamente y como regla general, los usuarios de Windows se encuentran perdidos cuando se sientan frente a un Mac, un entorno que debiera ser más amigable, pero en el que las cosas, como decíamos antes “no están donde siempre han estado”, ya que si no han hecho el cursillo “de informática” del colegio (o sea, Windows y MS Office) tienen un cuñado que les explica paso a paso qué hacer o leen esas revistas especializadas con detallados tutoriales con el consabido "Vaya a inicio / Paneles de Control / Configuración de Red...” Paradójicamente y por el contrario, los usuarios de Mac se defienden mejor frente a un sistema más complicado, sin duda porque sintiéndose más solos han aprendido ellos mismos “a trastear”, pero esto lo han conseguido porque Mac OS X pone las cosas más fáciles. ¿Y los de Linux? Muy pocos han empezado directamente con éste, con lo que conocen bien Windows, y al Mac OS X lo acaban encontrando familiar.
No hay comentarios:

Publicar un comentario